Cumplir con el calendario nacional de vacunación para prevenir enfermedades de niños y niñas resulta primordial ahora y siempre.  Todas las vacunas que allí figuran son obligatorias, gratuitas y se aplican en los vacunatorios, centros de salud y hospitales públicos del país. Se trata de vacunas para todas las etapas de la vida, situaciones especiales o para grupos específicos.

“La vacuna es un acto de responsabilidad social comunitario, esto quedó más que demostrado en pandemia”, reflexionó  el Dr. Alejandro Luchessi, médico pediatra de Villa Carlos Paz en conversación con Mentes Inquietas y alertó respecto a los argumentos de los grupos antivacuna que aún tienen adeptos en el país y el mundo.

“Para las criaturas, en el calendario nacional de vacunación, obligatorio, hay alrededor de 18 vacunas que se les aplica desde el día en que nacen y se extienden hasta prácticamente la adolescencia”, recordó el médico.

Argentina es uno de los países que más vacunas oficiales y gratuitas coloca a niños y adolescentes.

Al respecto, señaló: “Está presente el Estado en la prevención de las enfermedades. Pero atención, no estamos hablando de enfermedades menores, o fácilmente curables, sino de enfermedades potencialmente mortales, invalidantes, o que dejan secuelas graves o perdurables a lo largo de la vida”.

Y enfatizó: “Por eso, el acto de vacunar, es uno de los actos médicos más lindos, nobles y más comprometidos a nivel profesional para con los pacientes”.

Los grupos antivacunas

Antes del advenimiento de la pandemia por Covid-19, cobraron fuerza grupos de padres antivacuna,  con un pensamiento bastante prominente en el mundo.  Sobre el tema, el  Luchessi explicó: “Hacen una pseudo-justificación. Se justifican a sí mismos, diciendo: ‘Mi hijo no se enferma, por consiguiente no necesita ponerse las vacunas’. Incluso el argumento es que las vacunas van a debilitar a sus hijos, introduciendo sustancias extrañas al organismo, que se comportan como veneno o tóxicos”.

Luego, aclaró: “Pero si hay algo positivo que nos dejó la pandemia, es que nos dejó algunas enseñanzas. Una de las enseñanzas es la importancia de vacunar. Nosotros tratamos, a través de los sistemas públicos de salud, de sostener el calendario de vacunación a lo largo de todo el período de cuarentena, donde se establecieron mecanismos de aislamiento de las personas  bastante estrictos”.

Sostener la vacunación en pandemia

Según contó el pediatra, durante la pandemia se amplió los horarios de vacunación contra diferentes enfermedades en el Hospital Municipal Gumersindo Sayago, donde “se instó a los padres a vacunarlos cuando llevaban a los chicos al médico, si faltaba poco tiempo para que recibieran determinada vacuna, facilitando de ese modo la vacunación y evitando que los chicos y los padres tuviesen que ir tantas veces al hospital, en momentos álgidos de contagio por Covid-19”.

El dolor y las reacciones en los niños

Si bien vacunar muchas veces produce a los niños y niñas algo de dolor y algunas molestias porque se introducen sustancias extrañas en sus cuerpos, las reacciones secundarias que estas generan son manejables y temporales. “Estas reacciones condicionan muchas veces la respuesta inmune del organismo del paciente, y la vacuna se evalúa en tanto se capaz de generar anticuerpos en el organismo donde es inoculada. Es lo que los médicos denominamos una inmunidad activa. Es decir, se activa a través del contacto con partículas del mismo virus o bacteria, o toxoides que las bacterias producen”.

Despué, el pediatra reiteró: “Por tal motivo, cuando encontramos a papás y mamás bastante reticentes a las vacunas, concentrados en no vacunar a sus hijos, sería bueno trasmitirles la idea de que si bien sus hijos no están enfermos de esas patologías prevenibles, es gracias a que tenemos la mayor parte de la población vacunada, no es solo por la fortaleza de la criatura a la cual están criando y protegiendo”.

Finalmente, Luchessi reflexionó: “La vacuna es un acto de responsabilidad social comunitario. Lo social, es una de las facetas que hemos descuidado un poco en cuarentena, porque nos hemos focalizado en cuidar el físico (usando barbijos, tomando distancia, usando alcohol en gel, etc) y en la salud psíquica (por la muerte de los seres queridos, la reducción de libertades personales por no poder movernos tanto, estar afuera, etc). Pero ahora se viene el momento de prestar atención en la faz social. En ese sentido, justamente conviene vacunarse también contra Covid-19 y contra todas las enfermedades”.

Esto, Luchessi considera que es vital, aunque las vacunas contra Covid-19 se encuentren incluso en la tercera fase, o en proceso de experimentación. “Estamos teniendo los primeros datos que aseguran la efectividad de las vacunas. Prolongan el sostenimiento de anticuerpos en sangre, lo cual brinda mayor probabilidad de no contagiarse, por ejemplo de coronavirus.  Lo mismo se puede traspolar a las vacunas del calendario nacional, que ya estábamos aplicando”.