Con evidencia científica sobre la respuesta inmune que se genera después de la primera dosis y datos sobre la eficacia de protección contra formas graves de enfermedad por coronavirus en la “vida real” de estos últimos meses, los gobiernos de todo el mundo enfrentan la decisión de cómo realizar la inoculación en un escenario donde lo más claro es que no hay suficientes vacunas para la demanda requerida.

“La eficacia protectora de una primera dosis oscila como mínimo entre el 60 y el 70 por ciento según el tipo de vacuna, pero esto es variable. Hay que tener en cuenta que los anticuerpos comienzan a generarse a los 15 días después de recibir esa dosis”, indicó la médica infectóloga Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE).

Cahn sostuvo que “la eficacia aumenta y se acerca al 90 por ciento, también dependiendo de la vacuna, cuando se recibe la segunda dosis”.

No obstante, advirtió que la idea de diferir la segunda dosis en un contexto en el que hay más demanda que vacunas “podría ser una estrategia para tener a mayor población con protección en menor tiempo”.

“Si bien hasta el momento esta estrategia no está definida en Argentina, es algo que se está realizando en muchas partes del mundo”, indicó.

Otra estrategia que reúne cada vez más evidencia a favor, es implementar una sola dosis a personas que tuvieron previamente Covid-19.

La Alta Autoridad de Salud francesa (HAS) emitió en febrero una recomendación en esa línea tras analizar estudios realizados sobre la respuesta inmunitaria de las personas curadas de la enfermedad frente a las vacunas.

En Israel, un estudio con personal sanitario arrojó que aquellos que habían tenido previamente Covid-19, independientemente de la gravedad con la que transitaron la enfermedad, tras recibir la primera dosis de la vacuna de Pfizer desarrollaron anticuerpos al nivel de aquellos que habían recibido las dos dosis.

En Argentina, el grupo de investigación liderado por Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL), realizó un importante aporte estudiando la respuesta inmunitaria generada con la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Centro de Investigación Gamaleya de Rusia.

El trabajo reveló que el promedio de cantidad de anticuerpos en personas previamente infectadas que recibieron una sola dosis de la vacuna fue ocho veces superior a la de aquellos voluntarios sin infección previa que recibieron el esquema de vacunación de dos dosis.

Al difundir el estudio, el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Mincyt) señaló que “el hallazgo avalaría revisar el esquema de vacunación para aquellas personas con antecedentes confirmados de infección por el coronavirus SARS-CoV-2, lo que permitiría optimizar recursos sin comprometer la eficacia de la inmunización”.