A la noche se ven luces, se escuchan ruidos, música a alto volumen. Los vecinos del barrio, en ambos flancos del enorme predio del Camping del ACA, creen que ya hay personas que vive en las instalaciones de los hoteles y las edificaciones que tiene el lugar en su interior.

El Camping del ACA fue siempre un imán para los amantes del turismo en contacto con la naturaleza. Desde hace cuatro años, un litigio judicial que mantiene el Automóvil Club Argentino con el concesionario Peko´s, motivó que la Justicia plantee un status quo y le prohíba a las partes ingresar a hacer cualquier cosa al predio.

Son 33 hectáreas de árboles y vegetación que rodean a las instalaciones del cámping considerado uno de los pulmones verdes más importantes de la ciudad. Canchas de fútbol, tenis, piletas de natación, quinchos, salones, están hoy totalmente abandonados. Está prohibido el ingreso pero por las noches, uno de los portones que dan a la coqueta Costanera del lago San Roque suele ser abierto por los jóvenes que pasan el rato tomando alcohol y escuchando música desde los parlantes de los autos estacionados.

Si un transeúnte mira hacia adentro con atención, lo que puede ver se asemeja a imágenes de lugares devastados por el abandono, como las que hace unos días se difundieron sobre los sitios abandonados de la ex Unión Soviética, o los estadios abandonados tras los Juegos Olímpicos de Brasil.

Vecinos preocupados

“Este sábado vi a unas personas que ingresaron aparentemente a robar cables. Llamé a la Policía y me dijeron que tenía que hacer la denuncia”, dice una de las vecinas de la calle Nahuel Huapi. “Hace unos meses vi entrar un camión y ahí sí vino la Policía cuando los llamé”.

Más allá del litigio judicial, los vecinos esperan que como sucedió el año pasado, el municipio ingrese a limpiar de yuyos y a verificar si no hay gente viviendo en el predio. “Hemos visto ratas de un tamaño fenomenal, iguanas, comadrejas y es un verdadero foco infeccioso”, expresó la vecina.

Según el testimonio de otro vecino, se presentan notas al municipio de manera continua para que se tome algún tipo de decisión que permita que el predio se limpie.

Hace dos años, la concejala Natalia Lenci ingresó un proyecto para que el municipio expropie las 30 hectáreas del camping y los utilice como un parque natural y recreativo.

La iniciativa generó un fuerte rechazo de parte de los concesionarios que todavía litigan para volver a explotar el predio.

El origen del conflicto fue la clausura por parte del municipio de los dos hoteles que se construyeron en el interior. Según el municipio, están fuera de norma y no se presentaron los anteproyectos que se necesitan en estos casos para llevar adelante esas obras.

La clausura motivó que comenzara un conflicto entre el Automóvil Club Argentino y la empresa de Delich y la judicialización del tema llevó a que las cosas estén todavía como cuando empezaron, en un limbo que mantiene al predio totalmente abandonado.

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Un camping de gran nivel

Los amantes del acampe siempre vieron a las instalaciones del ACA en Carlos Paz como un lugar ideal para pasar un tiempo de relax en contacto con la naturaleza. Muchos venían todos los años y buscaban el mismo rincón como para vivir una vez más una experiencia de encuentro familiar que permite conocer otra gente, otras realidades de otros lugares del país.

Los servicios que se prestaban, con los juegos, las piletas y salones, estaban a la altura de lo que los turistas de este tipo de segmento buscan cada vez que se lanzan a la ruta con sus carpas, casillas o trailers.

Más allá de que eso no esté más, o esté detenido en el tiempo, la realidad es que hoy el camping más reconocido de la ciudad es un basural de botellas de plástico, vidrio, bolsas, alimañas y demás.