Una pistola calibre 380 y 18 balas fueron halladas en la mochila de un niño de 2 años en el jardín de infantes de barrio Loyola, en la ciudad de Santa Fe, por lo que los padres fueron detenidos y el menor fue retirado del establecimiento por su abuela, informaron este jueves voceros policiales.

El caso ocurrió en el pasado miércoles en el jardín municipal situado en la intersección de José Pedroni y Furlong, en barrio Loyola, ubicado en el noroeste de la capital provincial.

Los voceros señalaron que fue una docente quien encontró el arma y las municiones alrededor de las 8.30, cuando los niños se disponían a tomar el desayuno, por lo que radicó la denuncia a la línea policial 911, tras lo cual agentes de la comisaría 12da. detuvieron a los padres, un hombre de 38 años y una mujer de 22.

Media hora más tarde el niño fue retirado del establecimiento escolar por la abuela, quien quedó a cargo del menor en tanto se resuelve la situación procesal de los progenitores.

Al momento de la detención la policía secuestró una pistola calibre 380 y tres cargadores que contenían en total 18 proyectiles, además del teléfono celular del hombre.

Huaira Basaber, subsecretaria de Gestión Cultural y Educativa de la Municipalidad de Santa Fe, contó que “como es la rutina, las docentes dejan las mochilas de los niños y las niñas en el perchero y el paso siguiente es ir a tomar la leche, por lo que las docentes abren las mochilas para sacar las mamaderas y los vasitos”.

“Allí una de las docentes encuentra un arma de fuego”, añadió la funcionaria, quien destacó “la importancia de actuar con celeridad y tranquilidad en un hecho así, activar los protocolos con la Secretaría de Políticas de Cuidado”.

Basaber indicó que “cuando entramos en el territorio nos encontramos con situaciones complejas. Esta es una situación inusual, pero siempre nos encontramos con situaciones sociales de mucha complejidad”.

Sobre el protocolo que se siguió, la funcionaria dijo que “la primera activación es el llamado al 911 porque debe intervenir la policía, y luego un fiscal, para que nos diga como seguir actuando”.

Además, remarcó que “el legajo del niño estaba actualizado, por lo tanto la autorización de quién iba a retirar al niño también la teníamos”, y puntualizó que “el niño estaba en un período de adaptación”, por una cuestión de cupos que se van liberando en los distintos jardines municipales.