La iglesia Nuestra Señora del Carmen es uno de los monumentos históricos de la ciudad y así fue declarada por el Concejo de Representantes y el municipio. Desde hace unas semanas se comenzaron tareas de refacción que consisten en la pintura en la totalidad del interior y el exterior del templo.

El párroco Mario Bernabey, afirmó que lo hecho hasta el momento contó con la colaboración de vecinos y turistas que donaron el dinero necesario para la costosa obra.

“Después de más de 10 años de vida de la pintura del templo, en un lugar turístico nacional que es visitado por un montón de gente que pasa, nos decidimos en limpiarle un poco la cara”, contó el sacerdote que añadió: “Entre los vecinos de la villa, los feligreses y los que llegan y pasan como turistas, empezaron a colaborar y poner en un sobre”.

“Nos habíamos puesto como meta dejar un Hornero (1000 pesos) para arreglar la casa común, donde nos encontramos cada domingo”, acotó el cura párroco.

Bernabey afirmó que la colaboración llega desde muchos sectores de la comunidad: “Nos propusimos que no sea por ahí un sobre por familia y se haga entre varios juntarse y llegar al hornero para traerlo. Una moneda ya suma y ayuda para la compra del material y la mano de obra”.

Los colores

El sacerdote comentó que un arquitecto llevó varias propuestas de colores y que fueron los mismos laicos de la parroquia los que eligieron los colores que se basan en una paleta que lleva el blanco con preponderancia, el verde cemento y otros matices. 

“Se sumó mucha gente a colaborar, desde lo poquito trae su sobre y lo deja. Lo que hemos ido reservando durante el año para sostener los gastos comunes que tiene la Iglesia de luz, de gas y de agua, hemos aportado para esto. Seguimos invitando a que nos ayuden”.

El templo fue construido en 1956 en el mismo terreno donde se erigía la primera capilla, levantada en 1915.

Foto: Luis Tórtolo.