En Salta aseguran que durante la última década, el Ucumar “apareció” aproximadamente unas 33 veces. No existen evidencias que avalen su existencia, los relatos de los testigos lo convirtieron en un tema de estudio para científicos. Su historia es objeto de escritos y hasta de filmografías.

Rogelio Martínez es un vecino de la localidad salteña de Metán que en 2001 aseguró haber visto a una misteriosa criatura. Lo describe como un animal muy grande, parecido a un ser humano y con los ojos rojos.

Además, dijo que le había matado un par de perros.

En ese momento, Martínez se refirió al hecho y replicó: “Yo cazaba tanto que la Pachamama me dio ese castigo a mí para que me retire, para que no cazara más”.

De esta manera revivió la leyenda del “Ucumar”, trayendo consigo el terror en la zona.

Viejo conocido

Los habitantes del Noroeste argentino conocen muy bien al Ucumar, al cual también se nombra Ucamari o Ucumare o simplemente hombre oso. Las denominaciones varían, pero refieren a una misma figura mítica que, según explica la leyenda, rapta mujeres, chicos y sus andanzas “tienen fuertes tintes sexuales.”

Cómo describen al Ucumar

Según los testimonios, el Ucumar es un animal salvaje con ligeros rasgos humanoides, manos y pies muy grandes y cuerpo enteramente cubierto de pelos, larga barba y frente angosta. Es descripto como una criatura muy fuerte, también es ágil, por lo que puede treparse fácilmente a los árboles más altos, indica la página especializada pueblosoriginarios.com.

El sitio explica que la bestia vive en cuevas en el fondo de las quebradas y que suele aparecer de improviso, rapta mujeres y hasta se roba a los niños. Desde la página, también afirman que, si al Ucumar se le grita, puede responder con sonidos similares a la voz humana.

La última vez que “se dejó ver”, según los lugareños, fue en abril de 2022. El testigo de la aparición fue Ángel Pacheco, quien recuerda ese momento todavía como si hubiera sucedido ayer y asegura a los que dudan de su existencia: “Soñar es una cosa, ver algo en realidad es otra cosa”, explicó en diálogo con TN.

El encuentro

Era 12 de abril del año pasado, cerca de las 21.30. El hombre, había terminado de escuchar en la radio el partido de Boca contra Always Ready por la Copa Libertadores cuando comenzó a llover.

“Fui a cerrar el portón porque llovía y los animales estaban inquietos”, relató Pacheco sobre aquel momento. Y siguió: “Los perros ladraban, la yegua relinchaba y yo me acerqué a ver con la linterna”. Fue entonces cuando vio la imagen que le quitó el sueño por mucho tiempo.

“El Ucumar estaba agachadito y cuando lo enfoqué se paró, se dio vuelta y me miró con los ojos bien colorados”, afirmó el exboxeador y productor agropecuario sobre la criatura que esa noche alumbró con su linterna.

Y recuerda: “medía como 1,80 m, era robusto, muy peludo y con unos ojos rojos, rojos”

“Fueron 20 minutos que lo tuve frente a frente”, contó. No pudo sacarle una foto porque, como llovía, no había salido con el celular de su casa, pero relató “que quedaron pelos del Ucumar enganchados en el alambre” perimetral de su terreno.
Pacheco dice que le dio “impresión” y comenta que “a cualquiera que lo viera le pasaría lo mismo”. Cuando ya estuvo de nuevo seguro entre las cuatro paredes de su casa, aparecieron las primeras consecuencias de la traumática experiencia. “Vomité, me subió la presión, me impresionó mucho porque era muy grande”, contó.

Un año después, los supuestos investigadores que se presentaron en su casa y se llevaron los pelos del Ucumar como evidencia para peritarlos nunca volvieron. Si el misterio se resolvió, Pacheco no lo sabe y tampoco volvió a tener noticias de la mítica criatura, que ya no volvió a acercarse a su casa.

Cada vez que alguien se comunicó con él en estos meses repitió una y otra vez el mismo relato sin fisuras. Por eso, tal vez, se molesta cuando alguien que no cree lo desmiente:

“¿Por qué tendría que mentir?” y finaliza: “Yo conozco bien lo que es un oso, y sé lo que es un Ucumar”.

Fuente: TN