El Gobierno de la Nación dio respuesta a las demandas de diversas asociaciones del sector agropecuario, que solicitaban una reunión con el ministro de Economía, Luis Caputo, para discutir la eliminación de las retenciones. El presidente y su equipo han confirmado que se implementará una reforma impositiva que beneficiará a la producción agropecuaria, la cual entrará en vigor el próximo lunes 27 de enero y se extenderá hasta finales de junio.
En una conferencia encabezada por el ministro Caputo y el portavoz presidencial, Manuel Adorni, se detallaron los principales puntos de la medida. Las autoridades anunciaron que se reducirá la carga tributaria sobre los cultivos más importantes y sus primeros productos, además de eliminar permanentemente las retenciones a las economías regionales. Según Adorni, esta decisión se toma como parte de un esfuerzo por restaurar la “palabra presidencial” y resaltar los logros alcanzados en materia económica, que incluyen la consolidación del superávit fiscal, resultado del “riguroso plan económico” y del sacrificio de los ciudadanos.
Revisión de las alícuotas
Las nuevas alícuotas, que abarcarán varios productos clave del agro, quedarán de la siguiente manera:
Soja: de 33% a 26%
Derivados de soja: de 31% a 24,5%
Trigo: de 12% a 9,5%
Cebada: de 12% a 9,5%
Sorgo: de 12% a 9,5%
Maíz: de 12% a 9,5%
Girasol: de 7% a 5,5%
En cuanto a las economías regionales, el Gobierno anunció que se eliminarán las retenciones a productos como el azúcar y el tabaco, lo que significará un alivio fiscal para las pequeñas y medianas producciones de estas áreas.
Caputo y las expectativas del sector agropecuario
El ministro de Economía destacó que el Gobierno tiene como objetivo “bajar los impuestos” y, aunque expresó su deseo de llegar a la eliminación total de las retenciones, señaló que esa medida no es posible en la actualidad debido a la falta de un superávit de 8.000 millones de dólares, cifra necesaria para cubrir esa política fiscal. “Nos gustaría llegar a cero, pero para eso necesitamos los recursos que aún no tenemos”, reconoció Caputo.
Además, el ministro subrayó que sería conveniente que las provincias y municipios también comiencen a revisar su estructura impositiva, ya que “hay una diferencia clara entre lo que se está haciendo a nivel nacional y las cargas impositivas locales, como el caso de Ingresos Brutos, que resulta muy distorsivo para la actividad”.
Con esta reforma, el Gobierno busca equilibrar las necesidades fiscales con el apoyo a un sector que atraviesa una difícil situación debido a factores como la sequía y la caída de los precios de los commodities. Si bien se ha logrado avanzar en una reducción de retenciones, las autoridades han dejado en claro que seguirán evaluando el contexto económico para determinar futuros ajustes.
Fuente: Ámbito