El 19 de junio se verá en el país una de las mejores series de gangsters desde Los Soprano, El Padrino de Harlem (“Godfather of Harlem”).

La serie, dirigida por John Ridley, guionista de la ganadora del Oscar 12 años de esclavitud, se verá a través del canal Fox Premium.

Su protagonista y productor ejecutivo, es el talentoso Forest Whitaker, quien encarna al personaje del título, Bumpy Johnson, un auténtico mafioso que dominó el barrio negro por excelencia de Nueva York entre la década de los 50 y 60, y que intermitentemente se asoció o enfrentó con lo más oscuro de la Cosa Nostra ítaloamericana.

La serie incluye un elenco de actores que han participado de algunas de las mejores películas sobre la mafia de las últimas décadas, incluyendo a Paul Sorvino (“Buenos Muchachos”, de Scorsese), Luis Guzman (“Carlito’s Way”, de De Palma) y Chazz Palminteri (“A Bronx Tale”, de Robert De Niro) a los que se suma el actor que debutó en “Nacido para Matar”, de Stanley Kubrick, Vincent D’Onofrio.

La historia de Bumpy Johnson ya había sido llevada al cine pero siempre en películas menores como Hoodlums, donde lo interpretó Larry Fishburne, pero por primera vez en Godfather of Harlem se muestra seriamente el carisma y profundidad histórica de este delincuente sensible, educado y generoso con los suyos, pero despiadado con sus enemigos.

Lucha contra el racismo y por los derechos civiles

Parte del interés que generan los primeros 10 episodios de su primera y hasta ahora única temporada (aunque en febrero de este año, poco antes del brote del coronavirus, se decidió la producción de la segunda) es el foco en cómo la mafia negra interactuó, y a veces colaboró con los defensores de los derechos civiles y la lucha contra el racismo.

Uno de los personajes claves es Malcolm X (interpretado por Nigel Thatch) quien antes de convertirse al Islam y ser un líder político del poder negro, había sido un criminal a las órdenes de Bumpy.

Pero Malcolm X no es el único personaje histórico de una serie por la que desfilan políticos e incluso músicos famosos, como la cantante de soul Mary Wells, que tiene una de las tantas escenas formidables del episodio debut.

La banda de sonido incluye un notable soundtrack con jazz, blues, soul y también hip hop, detalle fuera de tiempo que intencionalmente aporta un toque contemporáneo a muchas de las escenas de enfrentamientos raciales.