Juan Pablo Cecchini es un carlospacense de 46 años que busca conocer su verdadera identidad. Hace unos 8 años comenzó a sentir la profunda necesidad de saber quiénes son sus padres biológicos. En aquel momento lo contactaron desde la organización Abuelas de Plaza de Mayo Filial Córdoba para hacerse un análisis de ADN y corroborar si él era la persona que estaban buscando desde la ONG.

En esa oportunidad, la prueba de ADN dio negativa, pero a pesar del tiempo que pasó, -dado que el análisis de sangre fue el 3 de septiembre 2014-; Juan Pablo no quiere bajar los brazos y apela a la información que puedan brindarle personas de esta ciudad o de la zona, para poder iniciar una investigación que le permita conocer su origen.

Su nacimiento

“Nací, supuestamente, un 15 de abril de 1976 por la zona de Villa Carlos Paz o alrededores. Mis padres adoptivos, María de los Ángeles Codó y Pablo Cecchini, ambos ya fallecidos, me dieron el nombre de Juan Pablo Cecchini. Mi partida de nacimiento, en la cual no dice en que clínica u hospital nací, fue firmada por el doctor Eduardo Ibañez.”, relató Juan Pablo en diálogo con Carlos Paz Vivo!

Desde pequeño, fue víctima del silencio de sus propios padres y familiares y de la falta de información sobre su procedencia. Según manifestó, desde un primer momento se le ocultó que era adoptado. “Mis padres adoptivos, cuando yo tenía 1 año más o menos, se separaron y me crié con mi madre María. Mi padre jamás, hasta su muerte, me prestó atención, y cuando me enteré que era adoptado, me di cuenta el porqué de esa actitud”.

Acta de nacimiento de Juan Pablo.

En relación a su infancia y a cómo sobrellevó el rechazo de su padre, que él creía era su progenitor, expresó: “Cuando yo tenía  4 ó 5 años, mi madre se juntó con una persona que fue el padre que me crió y estuvieron juntos hasta la muerte de mi madre, en 2017. Mi infancia con ellos fue normal y yo siempre creí que mi madre era mi madre de sangre, si bien en algún momento tuve alguna pequeña duda”.

Y continuó: “Recuerdo que una vez, habré tenido 12 años, y viendo fotos mías de bebé le pregunté a mi mamá por qué no tenía fotos mías de cuando ella estaba embarazada. Su respuesta fue que se había peleado con mi padre y las había roto. Para mí, fue una respuesta medio rara pero ella me la dio de una manera tan convincente, que ahí quedó el tema”.

El tiempo transcurrió y siguieron sucediendo cosas que no tenían explicación, como aquel trámite que Juan Pablo quiso iniciar para cambiar de apellido y quedó trunco en un Registro. “Cuando estaba en el secundario se me ocurrió cambiarme de apellido como una forma de agradecerle a la pareja de mi madre que me había criado, y como él no tiene hijos de sangre propios, pensé que era una buena forma de agradecer. Los trámites se iniciaron pero no se pudieron completar y la explicación que me dieron era que como la pareja de mi madre se había casado en Villa General Belgrano, no sé en qué año y se quemó el registro civil, no se pudo hacer mi cambio de apellido,  lo cual también me pareció bastante raro”, contó Juan Pablo.

Las dudas sobre su origen tomaron más fuerza cuando le sucedió un hecho violento que lo marcó en su adolescencia. “A los 16 años trabajé en una radio, puse música durante 6 meses. Al no pagarme nunca en esos 6 meses, dejé de ir a trabajar y les envié a los dueños de la radio una carta documento por la situación. Después de eso, me crucé con la dueña de la radio por la calle y empezó a decirme que cómo les había hecho eso, que ya me iban a pagar, y la cosa fue subiendo de tono hasta que me dijo `qué se puede esperar de vos que sos hijo de desaparecidos`. Yo me quedé mudo y pensé:  con todos los insultos que hay, qué raro que me diga justo eso…“.

El contacto con Abuelas de Plaza de Mayo

La vida de Juan Pablo continuó normalmente, concentrado en su trabajo y en sus quehaceres diarios, hasta hace unos 8 años cuando Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba, se contactaron con él.

“Elegí seguir creyendo que María, mi mamá, era mi madre de sangre hasta el momento en que se contactaron conmigo por Facebook, las Abuelas de Plaza de Mayo de Córdoba, diciéndome que ellas tenían mi información y que me invitaban a que me acercara a la sede para hablar”, contó Juan Pablo sobre el momento sorpresivo.

Después narró en detalle la conversación con Abuelas. “En ese entonces, mi madre María ya tenía Alzheimer muy avanzado, así que no le podía preguntar nada. No les di bola a las abuelas hasta que se comunicaron otra vez conmigo por teléfono. Me habló Sonia Torres y me explicó que tenían información mía, que no a todos los de mi edad les pedían se hicieran análisis sino que elegían con mucho cuidado antes de invitarlos a hacerse el análisis de sangre”.

Finalmente, con la duda oprimiéndole el pecho y la imperiosa necesidad de conocer su origen, Juan Pablo se realizó el análisis. Esperó los resultados un mes, pero dieron negativos. “Yo en ese mes traté de no pensar mucho pero era muy difícil. Me llamaron para que busque los resultados, los busqué y dieron negativo. Ahí es cuando Sonia Torres me preguntó: ¿Juan Pablo vos sos adoptado? Yo le dije que siempre creí que no, pero con todo lo vivido, tenía más dudas que nunca”, expresó, recordando aquel momento.

Foto prueba de ADN Juan Pablo, del 3 de septiembre de 2014.

Con respecto al análisis efectuado, Juan Pablo comentó que está “en un lista de espera porque cuando encuentran cuerpos de personas desaparecidas, se cruza con la información que ya tiene en Abuelas, sobre análisis de ADN y demás”.

También, aclaró: “Cuando el análisis dio negativo, desde Abuelas me hicieron firmar un papel donde decía que yo las había buscado a ellas y había ido por voluntad propia a hacerme los análisis. Yo les di el OK, firmé pero les dejé claro que ellas me buscaron a mí”.

Por otro lado, Juan Pablo comentó: “En Abuelas no me brindaron la información que tenían sobre mi persona y me dijeron que vaya a Derechos Humanos (sector ubicado en Tribunales 1 de la ciudad de Córdoba) donde había abogados abocados a estas causas. Fui allí, les expliqué todo lo de mi caso, sé que llamaron a un par de contactos que les pasé, pero desde el 2014, jamás volvieron a contactarse conmigo”.

Juan Pablo Cecchini de bebé, momento en que lo bautizaron.

Las preguntas a la familia

Tras el análisis de sangre y con tanta confusión en su cabeza, Juan Pablo tomó la decisión de hablar seriamente con sus familiares respecto a su verdadera identidad.

Fui y hablé con el hermano de mi madre, José María, y me confirmó que yo era adoptado, entonces le pedí me diera toda la información que tenía sobre mí, pero aseguró que no sabía nada porque él también era muy chico cuando yo llegué a la familia. En un momento de la conversación le mencioné que me habían llamado desde Abuelas de Plaza de Mayo y ahí se puso muy nervioso y me dijo: `No, los militares nada que ver acá, vos sos hijo de una mujer de Bialet Massé o de por ahí… Yo me enojé muchísimo porque le había preguntado más de tres veces si sabía algo y solo cuando le mencioné lo de Abuelas se dispuso a hablar, a tirarme ese dato”, narró Juan Pablo sobre aquel diálogo que mantuvo con su tío.

A los pocos días, habló con la esposa de su tío José María y ella le dijo que estuvo pidiendo a su esposo que le brindara toda la información que tenía sobre su origen, pero él aseguraba que no sabía nada sobre los padres de Juan Pablo.

Después, Juan Pablo habló con su tía, hermana de su mamá, María Cecilia, quien firmó su  acta de nacimiento. “Me dijo: Querido sobrino, no sabés los años que esperé este momento, yo firmé tu acta porque me lo pidió mi hermana y no pregunté nada. Era mi hermana mayor, yo confiaba en ella”. Ella tampoco sabía dónde nací, ni cómo me trajeron, ni nada”, aseveró el hombre.

Juan Pablo también consultó con viejos vecinos de la ciudad que conocen parte de su historia personal, pero nadie pudo aportarle datos sobre sus orígenes.

“La verdad es que a mis 46 años me gustaría que alguien me ayude a encontrar a mis padres de sangre o mi familia, para saber al menos de dónde provengo y que fue lo que pasó cuando nací. Si mi madre adoptiva hizo algo malo o indebido para tenerme, por mi parte la disculpo porque fue siempre una madre excelente conmigo y el amor con el que me crió muchos hijos de sangre no lo tienen”, manifestó a este medio con esperanza y una mezcla de angustia y agradecimiento, al mismo tiempo.

Por último, Juan Pablo expresó su anhelo. “Si encuentro a mis padres de sangre, me gustaría tener una charla para saber què pasó en el momento de mi nacimiento y el tiempo dirá como sigue la relación”.

Para comunicarse con Juan Pablo Cecchini se puede llamar al teléfono: 0351 – 152415366.