Gastón Spotti Cajal y su mamá Viviana Cajal, en la terminal de ómnibus de Córdoba, el día en que le negaron el pasaje en Carlos Paz.

Gastón Spotti Cajal es un joven de 23 con Síndrome de Down, uno de los miembros-fundadores del conocido Hotel Escuela Albergo Ético que funcionó desde 2019 en Villa Carlos Paz, y lamentablemente tuvo que cerrar sus puertas tras la pandemia por coronavirus.

Los jóvenes que componen este grupo de emprendedores constituyeron una cooperativa de trabajo con sede física en nuestra ciudad y actualmente se encuentran en capacitación para poner nuevamente en funcionamiento el servicio de hostel en Carlos Paz.

Gastón, quien vive en Córdoba y hasta antes del aislamiento obligatorio por Covid-19 (20 de marzo de 2020) viajaba todos los días de manera autónoma, sin acompañamiento a Carlos Paz para trabajar en Hostel Albergo Ético, hoy es uno de los socios fundadores de la Cooperativa Albergo Ética Argentina. Por esa razón este lunes 18 de abril viajó solo a la Villa, para participar de una reunión con otros miembros de la cooperativa de la cual forma parte. Sin embargo, ese día, cuando quiso regresar a su hogar alrededor de las 19,30 hs, a través del transporte de la empresa FONO BUS, un trabajador de la boletería se negó a venderle el boleto con el argumento de que “al ser una persona con discapacidad no podía dejarlo viajar sin acompañante”.

Gastón trató de explicarle al trabajador, con la ayuda de su celular como dispositivo- ya que posee algunas dificultades para hablar, motivo por el cual realiza de forma regular sesiones de foniatría con especialistas-, que necesitaba volver a su casa ubicada en Córdoba capital. Además, el joven le explicó que habitualmente viaja solo a su trabajo desde hace años sin compañía, y que incluso actualmente, es empleado del restaurante  “Ñato” de la ciudad capital. A pesar de las explicaciones, el boletero se negó a venderle el pasaje que Gastón quiso pagar en efectivo, por segunda vez.

Para intentar destrabar la situación, Gastón llamó muy angustiado a su hermana Lucía para que llamara a la oficina de Fono Bus e intercediera por él, para que le vendieran el pasaje ya que su madre se encontraba en plena jornada laboral, en Córdoba.

Aunque la hermana de Gastón brindó todas las explicaciones del caso al empleado de la boletería, este sostuvo que: “al ser discapacitado y por políticas de la empresa, no podía venderle el pasaje de vuelta a su casa”.

Prejuicios y arbitrariedad

“Las explicaciones de mi hija al empleado de la empresa de transporte no le sirvieron para darse cuenta que cometía un error con Gastón. No quiso escuchar y mi hijo quedó más de una hora y media sin saber qué hacer en la terminal y ya era de noche… Nosotros tratando de resolver el tema, cuando con empatía y un abordaje correcto y responsable del asunto, se hubiera podido solucionar pronto. Estas son las situaciones injustas que las personas con discapacidad tienen que vivir lamentablemente.”, contó Verónica Cajal, la mamá de Gastón, en conversación con Carlos Paz Vivo!

Además, Verónica destacó: “El boletero juzgó a Gastón por su apariencia y tomó la decisión de que no podía viajar solo. Y eso no puede suceder. La situación se agravó cuando además de la explicación de mi hijo, no fueron suficientes las explicaciones de su hermana ni de la señora Elvia Mella que lo conoce y que fue de forma presencial hasta la boletería de Carlos Paz para que a Gastón le vendieran el boleto y pudiera regresar a casa. Allí se produce la discriminación y vulneración de derechos de Gastón, a partir de un criterio subjetivo y completamente arbitrario”.

Después de que la mujer de Carlos Paz, Elvia, llegara a la boletería de la empresa para pedir que le vendieran el pasaje a Gastón a pedido de Verónica, el boletero les volvió a negar la venta del pasaje por cuarta vez. Tras insistencias de parte de la mujer y con Gastón esperando en la terminal, finalmente le vendieron el pasaje. Gastón llegó a la terminal de la ciudad de Córdoba pasadas las 22 hs y Verónica lo esperó para llevarlo a su casa.

“Lo habíamos logrado, pensé cuando lo vi llegar desde Carlos Paz en el colectivo. Yo ya había preparado mi auto para ir a buscarlo a Carlos Paz, pero no era justo. Gastón hace años tiene su autonomía”, enfatizó la mujer.

Según el relato de Verónica, Gastón pudo sobrellevar la situación con entereza y tranquilidad, sorteando los inconvenientes. Acaso sus deseos de superación constantes y el tesón que demuestra desde pequeño y todos los logros alcanzados durante su vida – cabe recordar que a los 17 años el joven asumió la tarea de auxiliar de guardavidas en un country de Córdoba y desde allí no paró de trabajar-, lo ayudaron a pasar el mal momento vivido. No obstante, ni él ni su familia “quieren que este tipo de inconvenientes les sucedan a otras personas con discapacidad”.

Reclamo institucional y social

“Quiero aclarar que este reclamo no es contra el joven que no supo cómo actuar o actuó guiado por las ‘políticas de la empresa’ y sus escasos conocimientos sobre el tema. Esto que pasó nos da la pauta de que hay algo mal en la empresa, algo que es necesario resolver para que no sigan sucediendo estos actos discriminatorios.”, expresó Verónica.

Y reflexionó: “Necesitamos más comunicadores en la gente común, es decir, más gente que conozca los derechos de las personas con discapacidad para no discriminar ni tomar decisiones arbitrarias por el aspecto de alguien o por lo que nosotros creemos a cerca de alguien, por nuestros prejuicios. Como dice una amiga, hay que tener respeto por las vueltas de la vida, no sabemos si más adelante los discapacitados vamos a ser nosotros… la discapacidad es un problema de todos”.

Verónica comentó también que por la pandemia, ”Es común que la gente se haya desacostumbrado a ver las personas con discapacidad en los ámbitos cotidianos, pero en realidad muchos tienen su propia autonomía y trabajan por eso cada día de su vida. Ese es el caso de Gastón, que ya tiene novia y quiere independizarse y vivir en su propia casa, con el acompañamiento que corresponde, pero ese es su objetivo”, dijo la mujer orgullosa.

El reclamo a la empresa

Tras el hecho de discriminación, Verónica acudió al ERSEP (Ente regulador de servicios públicos) donde le sugirieron realice el reclamo en el libro de quejas de la empresa, por lo cual ya lo hizo efectivo. La empresa deberá brindar una respuesta institucional satisfactoria al hecho, en un plazo de 10 días. En caso de que esto no suceda, la madre de Gastón podrá hacer la denuncia formal en el ente.

“En el ERSEP me dijeron que primero haga el reclamo de ese modo, lo hice, quedó registrado; ahora espero una respuesta de parte de la empresa. También recomendaron que Gastón renueve el CUD (Cerfificado Único de Discapacidad) para que, con ese documento, pueda utilizar nuevamente las prestaciones básicas necesarias, entre las cuales se encuentra el paso libre del transporte. Eso ya está en trámite tras la pandemia, pero la persona con discapacidad si quiere pagar su pasaje está en pleno derecho de hacerlo y poder viajar tranquilo donde desee”, aclaró la mujer.

Por otro lado, según comentó a este medio, Verónica realizará este viernes, la denuncia al INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) por la situación que vivió su hijo Gastón.

Carlos Paz Vivo! intentó comunicarse con la empresa Fono Bus, pero no logró dar con nadie que pudiese dar la versión institucional del hecho.

Una ilusión que no se detiene: Albergo Ético ya es cooperativa