La inflación parece ser un problema imparable para el gobierno de Mauricio Macri, quien tenía como meta un 17% para el total de 2018 y con la inflación récord de junio alcanzó ese número en tan sólo 6 meses.

3,7% fue el número medido por el INDEC para el pasado mes de junio con lo que la inflación mensual tocó su máximo en los últimos dos años desde la asunción del nuevo gobierno. La medición interanual, en tanto, arrojó 29,9% de aumento.

Más allá del número en particular, por demás elevado, la actual suba caló hondo en el bolsillo de los consumidores ya que estuvo principalmente motivada por la suba de precios  en los sectores de transporte (5,9%), alimentos y bebidas no alcohólicas (5,2%), salud (4,3%) y equipamiento y mantenimiento del hogar (4%).

“El Gobierno ha perdido todo control sobre el tema inflación, aunque no sé si en algún momento la tuvo. El tipo de cambio está pegando en un contexto económico difícil. Si no tuviéramos las tasas tan altas, el traslado a precios sería aún mayor. Esto se va a mantener. Tal vez julio baje un poco, pero va a seguir en torno al 3% y hace muy difícil cualquier planificación económica en la Argentina”, indicó el analista financiero Christian Buteler a La Nación.

Otra de las complicaciones que presenta la inflación para a Administración Macri es que de continuar con este ritmo alcista, deberá dar explicaciones al FMI sobre el rumbo económica y aceptar consejos por parte del organismo. Esta condición, es una de las tantas que se impuso en el acuerdo firmado por el gobierno argentino y el organismo en ocasión del préstamo que la entidad le otorgó al país en mayo de este año.

En el último informe que difundió el FMI la semana pasada se dio a conocer que si el IPC anual superaba el 29% en el acumulado de 12 meses, “el BCRA estudiará con el personal del Fondo si la respuesta de política es la apropiada”. Como el Indec informó una inflación del 29,9% desde junio del año pasado, se espera que la entidad que preside Luis Caputo tenga que dar alguna explicación.