Robaron más de 20 bombas y filtros de piletas, además de ingresar a viviendas que no están habitadas. Los vecinos recurrieron a la Policía, pero no encuentran respuestas y señalan que en pocas semanas, cambiaron a cuatro comisarios.

La comuna de Cabalango no está exenta de la inseguridad que se viene dando en la zona. Desde hace unos meses, los vecinos ya no saben a quién recurrir para solicitar más patrullaje y encontrarle una solución a lo que les toca vivir, que los tiene muy preocupados.

“En octubre aproximadamente comenzaron los robos, en primera instancia se ensañaron con los filtros y las bombas de las piletas que son bastante caros y no se consiguen. Se robaron aproximadamente 20 bombas”, dijo Stella, quien tiene casa de fin de semana en la comuna y sufrió un hecho de inseguridad en enero.

Además, luego comenzaron los robos en las viviendas que están deshabitadas.  “Se dieron dos o tres robos en una cuadra, y así sucesivamente”, señaló la mujer, quien agregó que también “roban materiales de construcción. En una oportunidad una familia se mudo con todos los muebles, y así como llegó la mudanza, los ladrones se llevaron todo”.

Bajo la problemática que aqueja a la localidad, mantuvieron reuniones con la Policía, pero “se comporta de una manera particular”, porque después cambian al comisario, y así “tenemos que comenzar otra vez. Sentimos que los delincuentes se nos ríen en la cara”, sostuvo la damnificada.

Ya pasaron “cuatro comisarios. Uno de ellos nos contestó que guardemos las bombas en la casa todos los días, con lo que pesan. Contestan cualquier cosa”.

Dijo que desde la Policía les “prometen de todo”, pero una semana después “nos enteramos que cambiaron al comisario”. Destacó que hay “un solo policía, ahora con la movida que estamos haciendo, llevaron a arreglar el único móvil que hay en la Comuna y dejaron un Clio que para arrancar, se lo debe dejar cuesta abajo, y en las calles más difíciles, no puede ingresar”.

Por otra parte, los vecinos no tienen respuesta ni conocimiento si las cámaras de seguridad ubicadas en la ciudad, están funcionando y si sirven para algo. “Nunca logramos saber si con esas cámaras logran ver a un sospechoso, los ciudadanos no tenemos información de quien las maneja”, acotó.

No residentes

Para quienes tiene casas de veraneo en la localidad, la problemática es más compleja, porque es blanco fácil para los delincuentes, que la mayor parte de los delitos, los cometen en estos lugares, más que en las propiedades habitadas.

“Tuvimos que hacer un grupo de WhatsApp para estar conectados entre quienes no vivimos ahí y tenemos casas. Debemos estar reunidos para luchar contra esto. Estamos desesperados. Hay gente que está muy lejos, en otras Provincias y viven angustiados por lo que puede pasarle a su propiedad, que tanto nos contó adquirir”, expresó.

Dijo que están robando “en cualquier hora del día, y por todo Cabalango; en las últimas semanas se intensificaron. Aunque reforzamos todo, lo mismo ingresan”.

La mujer destacó que Cabalango pasó de ser un lugar tranquilo a convertirse en un infierno.