Uno es lo que siente ser: ¡carlospacense!

Dicen que uno es lo que siente ser, o algo así. Tan difícil de explicar y tan fácil de comprender si empatizás con el sentimiento.

Nací en Córdoba, en el corazón de barrio Alberdi. Pero soy de Carlos Paz. Así lo siento y, aunque en el documento figure esta ciudad apenas como mi lugar de residencia, mi historia, los míos, mis cosas y mi futuro, son carlospacenses.

¡Y seguro hay cientos y cientos de vecinos que no nacieron aquí pero comprenden estas líneas!

Carlos Paz pasó los 100 años de vida y todavía no desciframos el genoma carlospacense, aún no definimos la identidad de los de acá. Sin embargo, son pocos los que luego de arribar a la Villa deciden marcharse nuevamente. Algo hay.

Algo bueno/lindo/mágico tiene este pueblo-ciudad, algo verdaderamente cautivante que atrajo (y atrae) a tanta gente durante todas estas décadas.

La profesión me permitió recorrer Carlos Paz de punta a punta, de lado a lado, aunque siempre hay algo por descubrir. Desconozco qué es, pero hay algo que la ciudad atesora y se guarda. ¿Será ese el encanto que tanto seduce?

Soy carlospacense, así lo siento. Como tantos otros miles.

¡Que cumplamos los 106 lo más felices que podamos!