Patches, es uno de los tantos gatos del mundo que tuvo que esperar mucho tiempo para que alguien decida darle una familia y una nueva vida.

Nadie quería adoptarlo, y lo particular de esta historia es que Patches es un gato con obesidad y su peso esta cerca a los 20 kilos, lo que agregaba un plus a la familia que debía hacerse cargo de él, ya que iba a requerir cuidados especiales para bajar de peso.

Sus días pasaban en un refugio de animales, esperando encontrase con aquella persona que lo adopte, pasaban los días, pero no la suerte no estaba de su lado y la familia no aparecía. Pero el día de suerte llegó.

Todo cambió cuando al refugio optó por viralizar su historia en redes sociales, el refugio Richmond Animal Care and Control, de Virginia, Estados Unidos, movió todos los medios digitales a su alcance para lograr que el felino fuera adoptado.

Sin miedo a los prejuicios

El peso y tamaño de Patches impedía que todo fuera más fácil, pero apareció Kay Ford una mujer que no tuvo miedo a los cuidados que requería el animal y decidió integrarlo a su familia.

En la elección de esta adoptante fue clave que se comprometió a brindarle todas las atenciones y cuidados que el animal necesite para tener una vida mejor.

Una vez conocida su historia y su problema de obesidad, batió todos los récords del refugio por parte de personas que querían brindarle un hogar.

Según TodayShow, luego de que se viralizó el caso, el refugio recibió muchas solicitudes de adopción.

Pero optaron por Kay, ya que en su solicitud describió como ayudaría a Patches en su viaje para perder peso y detalló que la idea era que ambos perdieran peso juntos.

Que el animal baje los kilos de más es todo un desafío que requiere mucha dedicación.

Ahora, su humana está embarcada en cambiar la alimentación y el estilo de vida por uno mas saludable, esperando ver que les depara el futuro. Patches, ya cambió de vida y tiene un nuevo hogar en donde podrá bajar de peso para tener mejor movilidad y mayor calidad de vida.