Un informe publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirma que el 94 por ciento de las personas fallecidas por Covid-19 en ese país “eran trabajadores manuales y operativos, amas de casa, jubilados o pensionados”.

En tanto, sólo 6% de las víctimas eran profesionales, directivos y trabajadores del arte o espectáculos.

La casa de altos estudios elaboró un trabajo para investigar el impacto de las variables sociales con el Covid-19.

“Los factores por los que aumenta el riesgo de contagio en esas áreas de trabajo, indica el estudio fechado el 4 de mayo de 2021, es el contacto cercano con otras personas, no tener licencia por enfermedad, un pobre acceso a los servicios de salud, las largas jornadas de trabajo y la imposibilidad de trabajar desde casa”, sostiene el estudio publicado por el portal Proceso.

“El trabajo en casa, a distancia, ha sido viable para las personas de mayores ingresos, pero no para quienes salir a trabajar es su única forma de subsistir y, que además, al volver a casa se transforman en una fuente de infección para sus familias”, sostiene el artículo firmado por los académicos Alejandro Cortés-Meda y Guadalupe Ponciano-Rodríguez.

Por otra parte, los investigadores de la UNAM resaltan que prácticamente la mitad de las personas fallecidas por Covid-19 en el país tenían la primaria como máximo grado de estudios.

Además, las estadísticas recogidas en el estudio evidencian que el 92 por ciento de las muertes provocadas por el coronavirus se registraron en alguna institución pública, siendo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) la que acumula el 52% de los decesos registrados, seguido por las unidades médicas de la Secretaría de Salud, con el 32%; y por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), con el 8%.

Y destaca que sólo el 2 por ciento de los fallecimientos ocurridos en el primer año de la pandemia se registraron en instituciones médicas privadas.

Por otro lado, el análisis destaca también que, a lo largo de la pandemia de covid-19 en México, los municipios con nivel socioeconómico alto han registrado nueve veces más contagios de SARS-CoV-2 que en los de niveles bajo no urbano y bajo urbano. Sin embargo, esto se debe a una estrategia inequitativa en la realización de pruebas, pues cuanto más pobreza hay en los municipios, menos pruebas se realizan.

“En México, la probabilidad de tener atención hospitalaria de calidad se reduce notablemente para quienes residen en lugares con mayor concentración de pobreza y la mortalidad es mayor para ellos”, asegura el escrito.

“Lo que refleja una problemática social relacionada con el ingreso y consecuentemente un mayor o menor grado de salud. Las desigualdades en salud son evitables e injustas, es decir, inequidades”, concluye el texto.

Fuente: Proceso