Tras una serie de allanamientos, encabezados por la división Antidrogas de Tucumán, lograron atrapar a una banda delictiva que vendía drogas de diseño (pastillas de éxtasis denominadas y conocidas como “LA BOMBA”), las cuales se vendían en los boliches a 40 dólares por unidad.

Además de “la Bomba”, se secuestró picadura de marihuana, barbitúricos, elementos para fraccionamiento, dinero en efectivo, fuentes digitales de almacenamiento de información y un rodado marca BMW de alta gama con el que la banda operaba y realizada las entregas de las sustancias.

La aparición de esta droga ha generado preocupación ya que es una sustancia muy potente que tarda hasta dos horas en hacer efecto, por lo que muchos consumidores ingieren nuevas dosis para alcanzar el efecto deseado, lo que incrementa el riesgo de toxicidad y de sobredosis accidentales. También la mezcla con otras drogas o alcohol produce la potenciación de los efectos tóxicos.