Tras el operativo que inició el Municipio para erradicar la residencia de personas en situación de calle en las denominadas “Choperas”; la secretaria de Desarrollo Social del Municipio, Alejandra Roldán, dijo que desde la cartera que dirige “se hace todo lo posible” y aclaró que “viven en la calle por voluntad propia”. Las declaraciones se dan luego de que también se conociera sobre el fallecimiento de uno de los hombres que usaban dicho espacio para vivir.
“Es una situación que venimos trabajando desde hace mucho tiempo, siempre con la preocupación por estas personas que no sólo vivían en Las Choperas, sino en inmediaciones de los puentes Zilli y Los Gigantes”, apuntó la funcionaria.
En este sentido, aclaró que “son personas que hemos judicializado y tienen problemas de adicciones, de consumo problemáticas de sustancias; personas con las que hemos intentado distintos niveles de abordajes con las trabajadoras sociales y psicólogas”.
Y señaló: “La mayoría son hombres que viven en situación de calle porque así lo decidieron. Es lamentable porque algunos tienen una pensión no contributiva por poseer una discapacidad, tienen familias, tienen viviendas; pero deciden unilateralmente residir en la calle”.
Sobre el hombre fallecido
En las últimas horas se conoció que uno de los hombres que fue desalojado de Las Choperas falleció por causas que aún investiga la Justicia. Sobre este caso particular, Roldán destacó: “Hemos trabajado muchas veces con su familia, porque él tenía donde vivir, tenía ingresos y vimos con muchísimo dolor que no pudo revertir la situación que lo llevaba a vivir en estas condiciones”.
Y, sobre la generalidad de los casos, apuntó: “intentamos incluirlos en el Refugio Nocturno Cura Brochero, en un refugio de Córdoba, en el Hospital Colonia de Santa María y otros hospitales de la Provincia. Pero fueron todos intentos infructuosos porque no tenían otra voluntad que no sea la de residir en situación de calle”.
Incluso, sostuvo que las profesionales de su área “le han puesto el cuerpo y hasta han recibido agresiones e insultos”; por lo que atribuyó que “todo es derivado de la patología psiquiátrica y de la situación de adicción” que transitan.
El rol del Estado
Por otro lado, Roldán se refirió al trabajo que, desde su área, realizan para tratar de revertir la decisión de las personas. “Desde el Estado Municipal tenemos los mecanismos, las herramientas y las políticas para salvaguardar la integridad psicofísica de todos; pero tenemos limitaciones porque cuando no hay voluntad y la persona se niega, no podemos hacer uso de la fuerza pública porque eso no es potestad del Estado Municipal”.
“No hay que llevarles alimentos”
Puntualizando en la severidad de las patologías que presentan las personas que eligen dicho estilo de vida, llamó la atención a quienes diariamente los asisten con alimentos y abrigos.
“Vemos que hay gente que es muy solidaria y cuando hay personas en situación de calle solicitan colchones y frazadas. En lo personal, siempre manifesté mi negativa a que se hagan este tipo de acciones, porque la gente no tiene que estar en la calle sino en las instituciones que están para albergarlos. Entonces, entiendo a la gente con corazón solidario; pero no hay que llevarles alimento, colchones porque estamos legitimando su situación y no le están haciendo un bien, sino cronificando la situación de adiciones y vivir al margen de toda ley”, aseveró.
Y acentuó: “No están en situación de calle por pobreza, sino por una decisión personal que tampoco es libre; porque no se es libre cuando hay un problema de adicción en el medio”.
En consecuencia, apeló a la intervención de la Justicia: “Tiene que intervenir porque el Código Civil es muy claro en eso. Cuando presentan conductas que ponen en riesgo su propia vida y la de terceros, tiene que proceder la Justicia, ya sea con evaluaciones de salud mental, tratamientos ambulatorios o de internación”.
Finalmente, dijo que en Villa Carlos Paz son menos de 20 personas que viven en la calle por estos motivos; pero siete son los judicializados.
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