Las autoridades de Ecuador siguen buscando a José Adolfo Macías, alias Fito, líder de una de las principales bandas criminales del país, Los Choneros, encarcelado en la ciudad de Guayaquil y fugado, lo que llevó al presidente Noboa a decretar el estado de excepción por dos meses “por grave conmoción interna”.

Siete policías fueron secuestrados, dos capos se fugaron de prisión y varias explosiones se registraron en la calle en las últimas horas en Ecuador por la violencia ligada al narcotráfico, en medio del estado de excepción decretado ayer por el presidente Daniel Noboa, que enfrenta su primera gran crisis tras asumir el poder en noviembre.

La fuga de una cárcel de Adolfo Macías, alias “Fito”, jefe de la principal banda criminal conocida como Los Choneros, detonó la crisis el domingo. Hoy, las autoridades informaron de la huida de otro líder narco: Fabricio Colón Pico, uno de los dirigentes de Los Lobos, detenido el viernes por su presunta responsabilidad en un plan para asesinar a la fiscal general

Según autoridades, siete policías fueron secuestrados en Machala (suroeste), Quito y en la Provincia de Los Ríos (suroeste).

También se registraron explosiones contra una estación policial, la vivienda del presidente de la Corte Nacional y vehículos incendiados, sin reportes de muertos ni heridos, consignó la agencia de noticias AFP.

En un video, cuya veracidad no fue verificada y difundido en redes sociales, aparecen tres agentes sentados en el piso. Uno de ellos es obligado a leer un mensaje dirigido al presidente: “Declaraste la guerra y guerra vas a tener (…) Declaraste estado de excepción; nosotros declaramos botín de guerra a policías, civiles y militares. Cualquier persona que se encuentre en las calles a partir de las once de la noche será ejecutado”.

En un video, cuya veracidad no fue verificada y difundido en redes sociales, aparecen tres agentes sentados en el piso. Uno de ellos es obligado a leer un mensaje dirigido al presidente: “Declaraste la guerra y guerra vas a tener (…) Declaraste estado de excepción; nosotros declaramos botín de guerra a policías, civiles y militares. Cualquier persona que se encuentre en las calles a partir de las once de la noche será ejecutado”.

Un decreto

El estado de excepción, decretado “por la grave conmoción interna”, rige por 60 días en todo el país, incluidas las cárceles. La medida incluye un toque de queda de seis horas.

El decreto de Noboa declara “zona de seguridad” a los penales y “el perímetro de kilómetro a su alrededor, para que la Policía y las Fuerzas Armadas realicen controles y dispongan cierres viales”, y restringe los derechos de libertad de reunión y de inviolabilidad de domicilio, “en estricta relación con los motivos del estado de excepción”.

En su mensaje, subido a las redes sociales, el mandatario advirtió que se acabó el tiempo en el que el crimen organizado “le dictaban al gobierno de turno qué hacer” y atribuyó el descontrol en los centros de privación de libertad al “resultado de la decisión de enfrentarlos”.

“Nosotros no vamos a negociar con terroristas ni descansaremos hasta devolverles la paz a los ecuatorianos”, advirtió Noboa.

El gobernante, que no mencionó la fuga del jefe de la banda de Los Choneros, atribuyó la situación carcelaria a las acciones para “recuperar el control” de los pabellones.

Noboa anunció la semana pasada que construirá dos prisiones de máxima seguridad -al estilo de la que mandó levantar el presidente salvadoreño Nayib Bukele en su guerra contra las pandillas- en las provincias de Pastaza, al este y Santa Elena, al suroeste, para aislar a los presos más peligrosos.

Policías y militares buscan desde el domingo a “Fito”, quien cumplía una pena de 34 años en la cárcel Regional de Guayaquil (suroeste) por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato. Los Choneros se disputan con otra veintena de bandas las rutas del tráfico de drogas.

La Fiscalía imputó cargos contra dos funcionarios penitenciarios por su presunta responsabilidad en la fuga del criminal de 44 años, quien obtuvo el título de abogado en prisión.

Macías había amenazado de muerte al candidato presidencial Fernando Villavicencio pocos días antes del asesinato del aspirante, el 9 de agosto pasado, informó la Policía.

Por otra parte, el ente que administra las prisiones confirmó hoy la fuga de Colón Pico, capturado luego de que la fiscal general, Diana Salazar, denunciara un presunto plan para atentar en su contra.

Según la funcionaria judicial, quienes supuestamente intentan acabar con su vida serían los mismos que, en agosto pasado, habrían planearon el asesinato de Villavicencio, ocurrido al terminar un acto electoral en Quito.

La sede presidencial y estaciones del subte en la capital están militarizadas.

Los secuestros de policías se sumaron a actos violentos en la costera Esmeraldas (noroeste y cerca de la frontera con Colombia), una de las provincias ecuatorianas controladas por mafias.

Varias personas arrojaron un artefacto explosivo cerca de una estación policial y dos vehículos fueron quemados en otros lugares, sin dejar víctimas.

En Quito también se reportó el estallido de un auto y la explosión de un artefacto cerca de un puente peatonal. Su alcalde, Pabel Muñoz, pidió al Ejecutivo la “militarización” de instalaciones estratégicas ante la “crisis de seguridad sin precedentes”.

Ubicado en medio de Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, Ecuador pasó de ser una isla de paz a un fortín de guerra del narco. El 2023 cerró con más de 7.800 homicidios y 220 toneladas de droga incautadas, nuevos récords en la nación de 17 millones de habitantes.

Desde 2021 los choques entre presos dejan más de 460 muertos. Además, los homicidios en las calles entre 2018 y 2023 crecieron en casi 800% al pasar de 6 a 46 por cada 100.000 habitantes.