Un informe que presentó este viernes la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA) detalló que ese sector perdió el 10 por ciento de las empresas y unos 170 mil puestos de trabajo.

Según el informe elaborado por Invecq Consultora Económica, el nivel de actividad de la hotelería y la gastronomía retrocedió a valores similares a los de hace 40 años. 

Considerando solamente el período abril-diciembre 2020 (con la cuarentena ya iniciada) la caída en la actividad del sector fue del -62,3%.

En enero del 2021 la actividad sectorial seguía estando -39% por debajo del mismo mes del año anterior, lo que indica que la flexibilización parcial de la actividad desde septiembre 2020 no generó un nivel de actividad normal.

Efectos profundos

El informe plantea que los efectos de la crisis no son coyunturales sino que van a lo profundo.

Las estimaciones de FEHGRA indican que, antes de la implementación de estas nuevas medidas, había desaparecido el 10% de las empresas del sector, lo que significa el cierre de más de 8.000 empresas en todo el país.

Los efectos sobre el empleo también dan cuenta de la excepcionalidad de esta crisis. Las estimaciones oficiales del INDEC, publicadas recientemente, muestran la pérdida de más de 170.000 puestos de trabajo totales en el sector hotelero gastronómico entre el cuarto trimestre del 2019 y el cuarto trimestre del 2020, lo que significa la destrucción aproximada del 25% del empleo total del sector.

“Cada vez más afectado por restricciones puntuales –ahora con prohibición de trabajar en el interior de los establecimientos en el AMBA, medida que se suma a las restricciones horarias-, el sector vuelve a ser castigado, a pesar de implementar protocolos y aforos con gran responsabilidad e inversión, y transformar a los espacios en lugares seguros”, remarcaron desde la entidad.

Y agregaron: “Esta grave situación solo generará más destrucción de empresas y empleos”  

En este sentido, FEHGRA solicitó “la formulación de medidas oficiales para su sostenimiento, como la puesta en funcionamiento nuevamente del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que hasta diciembre de 2020 fue una herramienta vital para amortiguar el impacto económico del COVID-19″.