Dr. Oscar Atienza es médico, Mágister en Salud Pública y docente universitario de Córdoba

El médico y magister en Salud Pública, Oscar Atienza, es una de las voces que más se hicieron escuchar en Córdoba a lo largo del desarrollo de la pandemia de coronavirus. Su postura en estos días, en que se habla de la inminente llegada de la segunda ola de Covid-19 y sus nuevas variantes a Córdoba, el especialista señala que deberían restringirse actividades, entre ellas la asistencia de los estudiantes a clases.

En diálogo con Carlos Paz Vivo!, Atienza sostuvo que también debería restringirse la apertura de bares y confiterías en horario nocturno.

-¿Cuáles son las características de esta nueva ola?

-La segunda ola ya está en proceso, la estamos viviendo porque hace unos días atrás teníamos 5 mil casos diarios. Hoy en términos nacionales estamos con 8.500 casos sostenidos y aún los fines de semana. Van a empezar a aumentar con mayor intensidad la cantidad de casos porque se viene el frío. Esta variable hace que la gente se encierre un poco más, lo que va a promover el contagio. En cuanto a los datos provinciales tenemos diariamente 800 casos, si lo comparas con Buenos Aires que tiene tres mil casos diarios pero en dicha provincia se encuentran 16 millones de habitantes, Córdoba estaría teniendo aproximadamente dos veces la cantidad de contagios por cada 100 mil personas. Es decir, aquí en nuestra provincia tenemos casi el doble de casos en proporción que Buenos Aires, estamos muy complicados.

La otra variable que hay que tener en cuenta son las variantes nuevas, las que son mucho más infecciosas que las actuales. En cuanto a la que proviene de Manaos, sería hasta diez veces más infecciosa que la actual. Esto es muy importante ya que la variante se encuentra circulando entre nosotros. Por eso creemos que la cantidad de casos van a aumentar, sumado a la falta de vacunas.

Y al incrementarse la cantidad de contagios, habrá un aumento en cuanto a la letalidad. Para tratar de contener esto, la Provincia de Córdoba va a disponer de más camas, pero no es la solución.

-¿Cómo nos encontramos tanto en nivel país como provincia para afrontar lo que se viene?

-A nivel hospitalario por ahora está tranquilo en el sentido de que la tasa de ocupación en términos nacionales las camas de terapia intensiva están aproximadamente en un 60%.  Cuando comiencen a aumentar la cantidad de casos de personas que se internen y se empiecen a llenar las camas de terapia intensiva, ahí sí estaremos en problemas. Además, si no se frenan las actividades, se infectarán más personas y como consecuencia serán más los fallecidos.

-Usted ha dicho que deberían restringirse actividades, entre ellas la asistencia a clases…

-Se deberían restringir ya mismo algunas actividades que sean innecesarias para evitar grandes cantidades de contagios. No es bueno abrir más camas de terapia. El 50 por ciento de la gente que se interna en terapia intensiva termina muriendo. Lo bueno sería que no se tendrían a las personas en los pasillos como le ocurre a Brasil.

Una de las actividades que se deberían suspender serían las clases presenciales. No hay necesidad de estar movilizando en este momento. A partir de allí hay que comenzar a recortar actividades para que no se infecte más gente.

-¿Cuál es tu pensamiento sobre la modalidad burbuja que aplican las escuelas?

-No está bien porque aumentan la cantidad de casos. Para movilizar el sistema educativo argentino se necesitan movilizar todos los días aproximadamente veinte millones de personas, algo que no es necesario en tiempos de pandemia.

-Y ¿qué debería pasar con los espectáculos?

Se van a terminar restringiendo porque son en espacios cerrados. De hecho durante el verano varios espectáculos debieron suspenderse porque terminaron los elencos infectados. No es una cuestión de pensamiento, sino más bien una real. Es decir, este tipo de acontecimientos son propensos a producir contagios masivos, como también lo hace la apertura de bares por las noches.

La lenta vacunación

Por otro lado, Atienza habló sobre la lentitud con que se está haciendo el proceso de vacunación de la población.

“Viene extremadamente lento porque no hay vacunas, no es un problema de rapidez de vacunación, sino que Argentina no tiene vacunas para aplicar”, dijo y apuntó: “La cantidad de vacunas que se han aplicado son muy pocas, van a llegar a las cuatro millones de dosis en el territorio nacional y necesitamos aplicar por lo menos 35 millones para recién ahí comenzar a ver efectos. Creo que va a ser un proceso muy lento y complejo”

De todos modos, se mostró confiado en la aparición de nuevas vacunas en el mercado en los próximos meses.

-¿Hay alguna proyección seria de acuerdo a cuando posiblemente vayamos a dejar de sufrir esta pandemia?

-Yo pensaba que para esta altura todo iba a estar más controlado, pero con la aparición de estas nuevas mutaciones lo que van a tener que hacer ahora es actualizar un poco las vacunas y creo que deberían volver a re-vacunar en el próximo año. Vamos a tener que convivir con este virus, en este tipo de situación por lo menos un par de años más. No creo que sea un problema con solución a encontrarse en tan solo tres meses, será bastante complicado.

Colaboró: Pablo Salavagione.