Imagen a modo ilustrativo.

Francesco Tonucci, reconocido psicopedagogo italiano, experto en infancias,  autor de numerosos libros sobre el rol de los niños en el ecosistema urbano como La ciudad de los niños, u otros como Cuando los Niños dicen Basta!!, habló desde su casa en Roma, Italia, sobre cómo los niños y niñas experimentan la cuarentena a nivel mundial.

En conversación con el diario El país, contó que cuando se les preguntó a diversos chicos y chicas qué era lo que más extrañaban en este confinamiento, contestaron: la escuela. Pero no a la institución en sí misma, ni a los docentes, ni a estar en el aula, sino a sus compañeros.

“Los chicos sienten mucho la falta de compañeros. Esto para mí fue muy interesante porque me recordó a otra experiencia en la cual la escuela era muy deseada para los niños, y es cuando estaban en un hospital”, comentó Francesco.

En relación a la escuela online en épocas de cuarentena, manifestó: “La única preocupación era que la escuela pudiera seguir de manera virtual, demostrar que puede seguir igual que antes a pesar de las condiciones nuevas, pero nada sigue como antes”.

Y luego explicó que se pretende que los niños se queden sentados como en la escuela, prestando atención a la pantalla y al  profesor que está del otro lado. Para Tonucci, la escuela no funciona como corresponde hace ya un tiempo largo, y esta situación actual demuestra aún más cuán lejos estamos de la educación que necesitan nuestros hijos e hijas.

Asimismo, llamó la atención proponiendo nuevas alternativas de aprendizaje en este nuevo contexto.

La casa como laboratorio

“Los chicos están hartos de los deberes. Las familias ni se dan cuentas de todo esto. Para las familias la enseñanza virtual es una ayuda porque ocupa a los niños”, sostuvo Francesco.

“Los padres tienen que colaborar, porque la escuela se hace en la familia ¿Por qué no aprovechar la casa para que la escuela se haga en casa y con la ayuda de los padres ¿Por qué no considerar la casa como un taller, un laboratorio donde descubrir cosas, y que los padres que sean asistentes de los maestros?”, propuso el especialista.

Luego, Tonucci dio diversos ejemplos para indagar y explorar en casa, como ver de qué manera funciona un lavarropas (desde su funcionamiento hasta el proceso por el que pasa la ropa), utilizar la cocina para enseñar ya que se trata de un verdadero “taller de ciencia”, y otros tantos conocimientos que se pueden aplicar en al hogar.

Disponibilidad para jugar y experimentar

Además habló sobre los consejos que piden los padres en cuarentena: “Piden sugerencias, no saben qué hacer con sus hijos. Dicen que no tienen tiempo y no es verdad. A pesar de todo el tiempo que están ocupados, no saben qué hacer en el tiempo libre porque no tienen esa costumbre de vivir con sus hijos. Normalmente el tiempo que pasan con sus hijos es para acompañarlos a actividades y no para vivir con ellos”.

Por último Francesco planteó: “Que los padres jueguen en casa, inventando juegos. Llamen a los abuelos para que aconsejen juegos, porque los abuelos inventaban juegos cuando eran niños porque había que inventarlos”.