Caminar por la costa del Lago San Roque puede ser un placer si se sostiene la mirada hacia el horizonte, pero no pasa lo mismo si se observan las márgenes del espejo de agua.
En algunos sectores de la costa proliferan las cianobacterias a pesar de que los días están más fríos, tal vez sin tanto olor, pero el manto de verdes algas suculentas lo invade todo.
Un ejemplo de esto puede verse en estas primeras semanas de abril en la costa de Playa Perelli, se puede observar una importante cantidad de basura, quizás arrastrada por las crecientes, pero allí permanece sin que nadie la junte. Cada orilla sucia y contaminada del lago, queda librada a la voluntad del transeúnte o vecino que pasa por allí y si así lo decide, puede recoger parte del basural que afea la costa, atentando contra la salud de todos.
Sin limpieza
Lejos quedaron los días en los que daba la puja por limpiar las costas del lago San Roque entre funcionarios del Gobierno provincial, cuando Emilio Iosa era director de la cuenca del Lago San Roque, y funcionarios municipales.
En esos meses, era común ver en redes sociales y en los medios locales una disputa discursiva por la limpieza y saneamiento del lago San Roque, encabezada por funcionarios del gobierno del intendente Esteban Avilés y el ahora exdirector de cuencas.
La pelea terminó cuando Iosa pasó a otro organismo del Estado provincial y el lago continúa con sus costas y aguas contaminadas, y a las palabras,se las llevó el viento.