El cine y la televisión se ocuparon de recrear intentos de magnicidios ocurridos en la realidad o imaginados para ficciones que siempre funcionan a nivel taquilla, por todo lo que implica la tentativa de terminar con la vida de la persona que, por su investidura, es la más importante del país.

Antes de que la serie “House of Cards” padeciera el alejamiento de su principal figura, el actor Kevin Spacey, por razones que nada tuvieron que ver con la historia del thriller político, tuvo su momento de gloria en el capítulo 4 de la cuarta temporada donde el mandatario de la trama, Francis Underwood, sufre un atentado que lo deja al borde de la muerte.

El ataque es provocado por Lucas Goodwin (Sebastian Arcelus), un verdadero demente y antiguo periodista. Además, en ese hecho él mismo pierde la vida junto a Meechum (Nathan Darrow), guardaespaldas de confianza de Frank.

En adelante y durante un episodio completo el primer mandatario queda a la espera de un nuevo hígado, mientras tiene alucinaciones de todo tipo que revelan un costado jamás visto en él.

El capítulo de la tentativa de magnicidio tuvo récord de audiencia y le permitió a Kevin Spacey mostrar toda una gama de  sentimientos que hasta entonces habían permanecido ocultos. El actor puso en pantalla la vulnerabilidad del personaje y algo de una sensibilidad  que en las temporadas anteriores estuvo soterrada ya que siempre el perfil más expuesto  había sido el de su poderío.

Fuente: Cadena 3.