Euphoria no es la típica serie adolescente. Es cruda, oscura y se atreve a tocar los temas más complicados de forma directa. Es una historia de abuso de drogas, relaciones tóxicas, depresión, trauma, pérdida y dolor, que deja muy claro que el mundo en el que vivimos puede ser terrible a veces. Pero ¿todo esto se basa en una historia real? ¡Alerta Spoilers!

Antes de que Sam Levinson llevará la historia de Rue a HBO, Euphoria ya existía, primero fue una serie creada en Israel (llamada Ophoria), donde se muestra a un grupo de adolescentes que, como en su remake americano, llevan vidas descuidadas, llenas de drogas, alcohol y sexo, todo mientras parece que sus padres no están por ningún lado y no se preocupan mucho por ellos.

Aunque el centro es el mismo, y la principal diferencia con Ophoria es que esta serie se inspiró en el asesinato de Rannan Levy, un adolescente de 18 años, una noche en la que salió de fiesta.

Todo sucedió una noche, cuando los padres de Raanan Levy (que no era especialmente fanático de las fiestas) convencieron a su hijo de que fuera a una disco con sus amigos, después de que había perdido a su hermana unos meses antes.

Supuestamente, Raanan fue rechazado por el cadenero del club y no pudo entrar, y mientras él y sus amigos esperaban por una oportunidad, él se puso a hablar con una mujer que estaba afuera también.

El novio de ella pensó que Raanan estaba coqueteando con ella y, según los reportes, fue por sus amigos y comenzaron a perseguir al adolescente en una camioneta y rápidamente lo alcanzaron, fue entonces cuando uno de los amigos del novio celoso bajó del coche y acuchilló a Levy en el pecho. Raanan fue declarado muerto en la escena.

Esta historia sí aparece en la versión original de la serie, y en Euphoria se convirtió en la inspiración detrás de una serie de actos violentos, donde vemos a Nate (Jacob Elordi) golpeando sin parar al personaje con el que cree que Maddy (Alexa Demie) le fue infiel, o cuando el normalmente tranquilo Fezco (Angus Cloud) ataca a Nate en una fiesta y lo envía al hospital con la cara hinchada y cubierta de sangre.

Lo crean o no, la versión de Israel tiene momentos más duros, se puede ver a Fez abusando de una de las protagonistas y a Ashtray asesinando a un hombre, además de que también está la temática del abuso de drogas y el alcohol, pero, lejos de romantizar todo esto, ambas series sirven como un recordatorio de que hay cosas que suceden incluso cuando no queremos verlas y que todas las acciones tienen consecuencias.