Dos factores determinantes han llevado al nivel del Lago San Roque a la peor situación de los últimos 7 años, sólo comparable con el 2017, año en que se arrastraban tres años seguidos de sequía.

El nivel del San Roque actualizado al 24 de abril, marcó 33,07 metros, mientras que en 2011, la altura del embalse marcó 32,25 metros. Muy por debajo del resto de los años donde siempre rondó los 35.

Las escasas lluvias de abril, sumadas a un verano demasiado seco, han generado hoy que el embalse tenga un nivel por debajo de lo esperado para afrontar el invierno, que suele ser la época más seca del año.

En lo que va de abril, sólo cayeron 35 milímetros, mientras que en 2017 las precipitaciones llegaron a 195mm y en 2016 la caída de lluvias fue de 190mm.

A esta situación coyuntural se suma el arrastre de lluvias. En 2017 durante el verano el registro apenas alcanzó los 320 milímetros, mientras que en 2015 donde tamién abril arrojó escasas precipitaciones el arrastre de lluvias del verano era de 820 mm.