PhoTortul 2226
“El Palmerón de Carlos Paz”
Gabriela Mistral – V.C.Paz
Septiembre de 2021
Auspiciada por el Colegio de Arquitectos Reg.6

Sí, voy a volver a hablar de palmeras… pues que sea para hacerlo por una que valga la pena.

Este palmerón está en la calle Gabriela Mistral, frente a la plazoleta del bombero, en el pequeño y coqueto Hotel Carlos Paz.

Ante una mirada rápida y tal vez poco contemplativa, se podría pensar que la palmera creció frente al edificio que forma parte del coqueto hotel. Sin embargo, viéndolo bien, sospecho que aquí pasó algo raro.

Raro y lindo.

Sería como que aquí, un arquitecto y un propietario se pusieron de acuerdo para que está palmera siga su periplo al cielo… sin interrupciones. La cuña en la techumbre así parece indicarlo.

La dueña del hotel, en agradable charla de vereda, me lo confirma. Ella es Susana y el arquitecto resulta ser un tal Roberto, alias el vikingo, alias ‘Leche de Indio’, conocido ecologista, artista plástico, coreuta… y más.

Si, adivinaron: el Arquitecto Roberto Semenciw fue quien le dijo a Susana que esta palmera debería preservarse ante una remodelación edilicia.

18 años atrás, cuando el hotel necesitaba crecer, la palmera ya estaba en el frente… y allí pretendía seguir. Los árboles todos, suelen ser tercos en eso.

Susana aceptó el consejo del profesional pero lo sometió a consideración de su Familia y de varios vecinos del barrio La Cuesta.
El veredicto de la compulsa fue casi unánime: la palmera no se toca.

La fachada del Hotel Carlos Paz se iba a acomodar a ese futuro crecimiento.

Cuando se construyó la planta alta, la copa de este bello y esbelto ejemplar, llegaba hasta más o menos a la mitad de esa altura. Siendo previsor, el arquitecto dejó algunas tejas movibles, por las dudas, cosa que la palmera, en su ‘camino al cielo’, no le haga daño la estructura.

Y así fue.
Así creció.
Así la vemos hoy desde la calle.

Es fácil calcular que está palmera pasó los 30 años de vida y sigue creciendo a buen ritmo. Se le ve desde cualquier lugar de barrio la cuesta y es una verdadera maravilla integrada al conjunto edilicio.

En nuestra búsqueda de ‘El Árbol de la Villa’, está palmera tiene un par de boletos a su favor.

El arquitecto Semenciw, hoy viviendo en ‘El Durazno’, dejó su huella no solo en materia de ladrillos en esta Ciudad Centenaria… como se puede ver.

Felicitamos a los propietarios por esta bella integración de naturaleza y ladrillos.

Sabemos que hay más historias verdes, de Arquitectura & Jardinería.
Hacia ellas vamos.

#Arquitectura
#Jardineria
#ElArbolDeLaVilla