Joaquín “El Paisa” Aquino, señalado como el sucesor del preso narco Miguel Ángel “Mameluco” Villalba e investigado por la procedencia de la cocaína adulterada que la semana pasada mató a 24 personas e intoxicó a más de 80 en la zona noroeste del conurbano bonaerense, declaró este jueves en la causa en la que está detenido por tráfico de estupefacientes que la droga hallada en su domicilio fue “plantada” por la Policía.

Fuentes judiciales informaron a Télam que Aquino amplió este jueves su indagatoria ante el juez federal de Tres de Febrero, Juan Manuel Culotta, quien le imputa los delitos de “tráfico de estupefacientes, en la modalidad de comercio y tenencia con fines de comercialización agravado por la intervención de tres o más personas organizadas para cometerlo y tenencia ilegítima de arma de guerra”.

Aldana Benítez, pareja del “Paisa”, y Mónica Altamirano, hermana de la mujer, también volvieron a ser indagadas por el magistrado, por pedido de la defensa, y por el momento continuarán detenidas.

Las fuentes consultadas señalaron que Aquino, que cuenta con el abogado defensor Ezequiel Briceño, declaró ante el juez que la droga que secuestraron en su domicilio cuando lo detuvieron la semana pasada fue “plantada” por la Policía.

En igual sentido se manifestó Benítez, quien convive con “El Paisa” en el mismo inmueble de Villa Loyola, en la localidad de Villa Concepción, partido de San Martín, dijeron los informantes.

Por su parte, Altamirano declaró que ella no sabía que habían hallado drogas en su domicilio cuando la detuvieron y que se enteró luego cuando le leyeron el acta de procedimiento.

A su vez, la imputada solicitó la excarcelación ya que tiene a su cuidado un hijo de tres años, lo que ahora será evaluado por el juzgado en función de una serie de documentación y estudios previos que se deben llevar a cabo antes de resolver la cuestión.

La causa que lleva adelante el juez Culotta tiene, además de a estos tres acusados, otros cuatro detenidos: Alberto Medina, pareja de Altamirano; Julio César Ferrari; Marcelo Canhue y Jonathan Granero.

En la primera indagatoria los siete se declararon inocentes o se negaron a declarar.