La propietaria del terreno fue una de las que se presentó para pedirles a los organizadores que terminaran una fiesta clandestina que se concretó en la zona de la Playa de los Hippies, en Cuesta Blanca.

La mujer señaló que los organizadores fueron violentos y después de insistir a la Policía, finalmente de desbarató la fiesta.

Un gran malestar se dio entre los vecinos de Cuesta Blanca el pasado fin de semana, cuando en un terreno próximo a la zona de la conocida Playa de los Hippies, comenzó a sonar música y se llenó de jóvenes dispuesto a vivir una fiesta.

Según distintos testimonios, todo arrancó el 1° de enero a las 21 y continuó hasta el sábado 2 de enero. “A las 10 de la mañana, la fiesta seguía”, contó un vecino. Y agregó que un guardambiente voluntario, junto “con la persona que es la encargada del campo y actual poseedora, fueron a hablar con los organizadores y pedirles que corten la fiesta”.

El testigo, quien prefirió reservar su nombre, dijo que ante la intervención de esas dos personas, la fiesta se interrumpió, pero la gente se cambió de lugar y la siguieron a los pocos metros de donde estaban.

“Siguieron toda la noche con lluvia, y durante todo el día siguiente hasta pasadas las 15. A las 18 estaban sin música, pero seguían todos ahí como preparándose para empezar otra vez a la noche”, indicó.

Y detalló que, además de “ser un campo privado, es un área protegida y estaban violando todas las disposiciones, no está permitida la música fuerte y había gente acampando fuera del área destinada a eso”.

En el lapso que duró la fiesta clandestina que se daba en la playa, los vecinos llamaron y acudieron a la Policía, pero no había respuesta.

 

Luego de que pasaran las horas y no tuvieran ninguna respuesta de las autoridades, los vecinos decidieron juntarse e ir ellos por su cuenta. Finalmente, cerca de las 22 de este domingo lograron ser acompañados por tres guardambientes más personal del Cuerpo Especial de Policía, y ponerle fin a la fiesta.