Existen los ronquidos transitorios en los perros. Son los que se presentan solo durante ciertos periodos y no son repetitivos. Pueden deberse a la presencia de objetos extraños en las fosas nasales o algunas porciones del aparato respiratorio, los cuales son inspirados al olfatear o curiosear diferentes texturas o elementos, e incluso a atragantamientos por comer rápidamente.

Como ocurre con algunas personas, un simple ronquido en los perros puede deberse en la mayoría de los casos a una mala posición al dormir. Según la posición que el animal eligió para dormir, puede ser la causante de los ruidos que muchas veces despiertan gracia en los humanos, pensando que están relajados o soñando. Pero mayoritariamente estos ronquidos se deben a que están dormidos con la cabeza colgando, tienen la nariz apoyada contra una superficie, mientras duermen boca arriba, cuando duermen en posiciones poco habituales o cuando se encuentran agotados.

Otro caso de ronquidos, se da en los perros de hocicos achatados o braquicéfalos, entre los que se encuentran las razas como el pug, bóxer, Boston terrier, shih tzu, chow chow, shar pei, entre otros. En estos casos, los ronquidos vienen dados por una predisposición genética de la forma de su cráneo ya que es más pequeño, tienen fosas nasales más reducidas de tamaño, la tráquea estrecha y el paladar blando más largo. Esta última característica hace que haya exceso de tejido en el paladar el cual, al respirar, produce un aleteo de leve a moderado y, por ende, se produce el ronquido.

La obesidad y sobrepeso es un condicionante para que el perro presente ronquidos. El exceso de peso tiende a acumular tejido adiposo en el abdomen, lo cual dificulta la actividad mecánica de la respiración, y también en el cuello y los tejidos que rodean a la tráquea. Todo este cúmulo de grasa hace que al respirar haya un exceso en la vibración del aire lo cual se manifiesta a través de la aparición de ronquidos en el animal.

Condiciones

Esta condición afecta a los animales de cualquier raza y suele darse en aquellos animales que no son alimentados de forma correcta, que no hacen actividad física adecuada y que son mayores. Para minimizar los ronquidos, es importante que el médico veterinario realice una valoración de la condición corporal del animal y evalúe el tipo y cantidad de alimentación que se le brinda a la mascota.

Una situación que debe poner a los dueños en alerta, es la de no confundir el ronquido común con la aparición de sonidos extraños al dormir. Esto se observa incluso en animales que pertenecen a las razas anteriormente mencionadas o en animales con problemas de obesidad, y, por lo tanto, los dueños deben estar siempre alerta.

Es importante aprender a diferenciar el ronquido clásico de sonidos respiratorios como síntomas de una enfermedad. Se debe estar atentos y consultar al veterinario cuando se escucha un sonido anormal. Estos últimos se presentan cuando el animal tiene una afectación por enfermedades respiratorias de origen infeccioso (como el síndrome respiratorio infeccioso canino, anteriormente conocido como ‘tos de las perreras’), inflamación de las vías aéreas, edema pulmonar, enfermedades cardíacas o respiratorias, presencia de quistes o tumores, resfriados e incluso alergias, las cuales pueden hacer que haya un aumento en las secreciones.

Resulta indispensable que el tutor reconozca los momentos en los cuales el perro es más propenso a roncar con el fin de descartar una enfermedad o condición en particular. También es importante que los dueños acudan con su mascota al médico veterinario para hacer una valoración completa del animal y establecer la causa de los ronquidos.

Fuente: El Tiempo (Colombia)