“En tiempos difíciles la gente está haciendo cosas lindas, hay gente muy pilas. Hay personas que se preocupan por el otro, no solo están los que se oponen a cumplir la cuarentena sino los que aportan cosas en este momento donde el coronavirus nos mandó a guardar. Yo me enteré de una chica hacía barbijos en otro lugar y decidí replicar la acción”, contó Sebastián Pala a Carlos Paz Vivo!

Es cierto. Los seres humanos actuamos mucho por imitación, así es y siempre lo fue. De allí la importancia de dar a conocer buenas acciones que impacten en la sociedad para lograr ese contagio positivo que todos necesitamos en los tiempos que corren.

Inspirados en el caso de una joven de Tigre, Buenos Aires, que hace barbijos para regalar, Sebastián y su hija Inés de 15 años, quienes viven en Cabalango, Córdoba, comenzaron a confeccionar los suyos para su comunidad, con la ayuda de la abuela. Ella les enseñó a usar la vieja máquina de coser, un Singer, y así fueron trascurriendo las primeras horas de aislamiento.

Primero hicieron 15 barbijos, luego 20 más, y tienen pensado hacer al menos 20 más. A los que terminaron los enviaron, tomando los recaudos necesarios, a la comuna de Cabalango para ponerlos a disposición de la gente.

“Fui a varias farmacias para conseguir barbijos y no lo logré, así que me puse manos a la obra con mi mamá y mi hija”, comentó Sebastián sobre el momento en que decidió comenzar a hacer los barbijos.

Natalia Sayas, intendenta de Cabalango, recibió con alegría la iniciativa de la familia y consultó con el médico del dispensario. Los barbijos fueron muy bien recibidos porque no solo estaban bien confeccionados, sino que además la comuna ya no tenía más en stock.

“Los barbijos serán usados en los casos donde realmente sean útiles y necesarios”, aclaró Sebastián.

“Como no nos podemos mover de casa, buscamos material disponible en casa para hacerlos. La intendenta de Cabalango se puso muy contenta y hasta nos dijo que nos hará llegar más elástico”, concluyó Sebastián.

Sebastián y su familia recuperaron el tiempo lento, ese que permite dar riendas sueltas a la creatividad y te lleva más allá de la agenda cotidiana que cuando las horas corren apresuradas, hay que cumplir solo porque “el tiempo no para”. Lo hicieron en familia y se sienten satisfechos. Sin dudas, una linda noticia para compartir.