“Romper la estacionalidad”. Durante años y años, los diversos directivos y comerciantes relacionados con la actividad turística repitieron (y repiten) la frase casi como una quimera inalcanzable que se convertiría en la solución de todos los males de la actividad turística, principal ingreso de Carlos Paz durante todo el año.

¿De qué se trata? Se busca hacer trabajar a todos los engranajes que componen la actividad turística fuera de temporada alta, para sostener un trabajo durante el resto del año. Es decir, en llenar la ciudad lo más posible de turistas entre abril y noviembre.

Uno de los pocos eventos que logra ese cometido a lo largo del año es el Rally Mundial. Nos guste o no la actividad automovilística y entendiendo que cada evento masivo trae sus sinsabores, como pueden ser las complicaciones de circulación del tránsito durante los días de carrera, principalmente en la zona donde se realiza el super especial nocturno, al Rally hay que cuidarlo.

Parecería un algo obvio, pero no lo es. No son pocas las voces que se contraponen a la organización del evento o que lo subvalúan en su verdadera dimensión.

Hoteles, restaurantes, pizzerías, kioscos, despensas, panaderías y demás, vivieron el movimiento intenso del Rally como un oasis en el desierto de la temporada baja. Movimiento en la peatonal, en el Parque de Asistencia, miles de fanáticos paseando por la ciudad.

Además del ingreso económico que genera el Rally Mundial, medido en 750 millones de pesos por la Agencia Córdoba Turismo, de los cuales gran parte se quedan en Carlos Paz, y del efecto promocional que le genera a la ciudad en el país y el mundo, al rally hay que cuidarlo por otros factores.

El primero es la identidad. El cordobés se identifica con el Rally, es un evento que hace a la diversión, el esparcimiento y, por qué no, la cultura de la gente. Y Carlos Paz tiene una identificación muy fuerte con la historia y desarrollo del automovilismo nacional cuando a mediados del siglo pasado se convirtiera en sede o paso de los grandes premios y los eventos que de la mano de Alcides Raies, Domingo Marimón y otros organizadores, pusieran a Carlos Paz en el mapa nacional.

Y por otro lado, y aunque parezca más superfluo, por la generación de eventos que hagan al esparcimiento y diversión de la gente. Miles de comunas y ciudades en todo el país realizan enormes esfuerzos por tener algún evento de alcance nacional, ya sea competencia o festival musical.

Carlos Paz tienen una oportunidad única de ser el epicentro de un evento mundial en el que confluyen los mejores del mundo en una especialidad. Sólo otras 15 ciudades del mundo lo tienen. 700 mil personas en la ruta se acercan a la zona para ver pasar a los autos del WRC. Son datos que realzan el valor que deberíamos darle.

Aún no sea del gusto de todos, debería ser prioridad sostener la fecha del Rally Mundial. Por una cuestión economía, por idiosincrasia, por arraigo, y por el sólo hecho de imaginar que pasaría en estos meses si de repente no tenemos Rally.