Los premios Carlos, más allá de ser un evento en el cual se reconoce el esfuerzo de los artistas, se vuelve terreno de la gente que tiene sus propios candidatos y ansía estar cerca de su famoso favorito. Mirá lo que dijeron los asistentes al evento:


Una hora antes de que iniciara la entrega,  bajo el sol, eran muchos los que esperaban en la tribuna mientras fingían ignorar el calor para resguardar el lugar que habían conseguido. Sin reposera,  conseguir un lugar se volvió una odisea entre un mar de gente.

Un espacio repleto, en donde cada uno trataba de conseguir al menos un pequeño espacio para disfrutar del evento. Por esta razón, fans y curiosos se mantenían firmes en sus lugares. Soportaron un calor sofocante y fueron la envidia de aquellos que por llegar tarde tuvieron que contemplar la entrega de premios parados, en la zona de las veredas de los Jardines Municipales.

Aunque incluso de esta manera, de pie o recostados en el pasto, nada impidió que la gente se diera el gusto de apoyar a sus artistas preferidos.

Ciertos viajeros, consideraron un evento oportuno de observar, quizás sin estar interesados en las figuras presentes pero curiosos por la reunión, de ver a los Jardines Municipales colmados de turistas con sus cámaras.

Un hombre mayor le preguntó a nuestro fotógrafo cómo se disparaba desde su pequeña máquina de fotos digital. tro, no lo duda y exclama rápidamente “estuvo espectacular” con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

Frente a las consultas sobre el ganador del Carlos de Oro, muchos reconocieron que Bien Argentino lo merecía. Algunos seguidores de Flavio, tenían otra idea pero se consolaron con que el año anterior el creador de Mahatma haya sido el elegido.

Lo cierto es que a pesar de las diferencias de opiniones, los Premios Carlos generan un punto de reunión en donde la gente se vuelve protagonista con sus expectativas y su peculiar apoyo al evento. Es un evento en el que los turistas y vecinos pueden dejarse llevar por su curiosidad y fanatismo.