El hombre vive desde los 14 años en la calle. Su familia es de Carlos Paz, pero él eligió tener un estilo de vida particular, y desde hace 6 años está instalado debajo del puente de calle Juncal.

Omar González tiene 53 años, es carlospacense y nació en calle Los Gigantes y Alem, donde actualmente vive su madre. Desde los 14 años lleva una forma particular de vivir, porque eligió la calle como su hogar y a pesar de lo que implica, teniendo en cuenta la falta de comodidades y resguardo que da una vivienda, Omar expresó que es feliz.

“Hace muchos años que estoy en la calle, desde los 14 y la vida me deparó llegar a este puente y acá soy feliz. Encontré mi lugar; también anduve por Córdoba viviendo”, comentó Omar.

Después de estar en varios lugares, estuvo instalado debajo del puente Mansilla, pero un día decidió que ya no le gustaba estar allí, quería estar solo y alejado de la gente que también estaba en ese sitio. Por eso, hace seis años atrás, se mudó con sus pertenecías a la base del puente de calle Juncal.

Omar dijo que donde está es feliz. “Alquilé durante un tiempo, pero no podía hacer nada y quise irme, me devolvieron el dinero y me fui”, comentó el hombre, quien subrayó que esta forma “es el estilo de vida que elegí, nadie me dice lo que tengo que hacer y así estoy bien, gracias a Dios tengo salud y puedo seguir para adelante”.

Debajo del puente tiene todo armado, un sector en el que recibe visitas, otro donde cocina y la parte en la que descansa. También hay lugar para su compañera fiel, que hace más de dos años es su gran aliada, se trata de su mascota Sonrisa.

“Tengo mi colchón, mis colchas, una carpa que me trajo una señora. Para cocinar, tengo una olla y prendo fuego, así me hago la comida y también caliento agua. Lo único que se me complica cuando llueve porque se moja todo, por eso necesitaría un anafe. Además, tengo una bajada de electricidad”, detalló Omar.

La familia, el trabajo y las distintas estaciones

En los últimos días fuimos testigos de una ola polar con temperaturas que alcanzaron los -10°, sobre todo en la zona donde vive Omar  en barrio Solares de las Ensenadas. Sin embargo, señaló que está acostumbrado a sentir el frio intenso, ya que su vida transcurre en la calle.

Durante la época de baja temporada, Omar pasa las primeras horas de cada día vendiendo bolsas de consorcio, y cuando llega el verano, también llega la alegría, ya que dijo que es cuando más disfruta de su entorno. Además, se dedica a cuidar los vehículos que estacionan en la costanera.

Dijo que va “sobreviviendo” entre los trabajitos que tiene y la solidaridad de los vecinos. “La gente me ayuda mucho, pero no tengo ingresos fijos. Yo se que los años pasan y lo que me preocupa es tener una jubilación o algo así”.

Habló sobre el vínculo con su familia y su elección de vida: “Mi madre es grande, tiene más de 80 años, y no puedo molestarla. Toda mi familia vive en Carlos Paz, tengo cuatro hermosos hijos, que me visitan o por ahí voy yo”.

Omar contó que siempre le dijo a sus hijos que el lleva la vida que quiere y que respeten su decisión. “Les digo siempre que cada uno hace su vida, cuando agarro una monedita voy a ver a mis nietos”, subrayó y dijo: “Yo vivo feliz así”.

Si alguien desea colaborar, en este momento necesita ropa de abrigo, calzado talle 39, un anafe y una radio. Deben ubicarlo debajo del puente de calle Juncal, y en el caso de que no se encuentre Omar, pueden dejar la donación en el lugar.