Una mujer de 44 años oriunda de Villa Giardino falleció este martes por la tarde producto de una neumopatía luego de padecer fiebre durante nueve días.

Se trata de Liliana Giménez, docente de una escuela rural y de la cárcel de Bouwer, que a lo largo de su enfermedad fue relatando a través de la red social Twitter de qué manera desmejoraba su estado de salud y cuáles eran las recomendaciones médicas que recibía en su domicilio.

Sus familiares y amigos denunciaron que no se le brindó la atención médica adecuada en medio de la crisis sanitaria por el coronavirus.

Negligencia

Liliana era madre de dos adolescentes y falleció en la Clínica La Falda, donde había sido trasladada el lunes luego de que se complicara su estado y su marido la llevara al dispensario de Villa Giardino para realizarle una placa de tórax.

A pesar de la neumopatía, el resultado del hisopado que se le realizó en La Falda antes de su fallecimiento fue negativo para coronavirus.

Durante todo el tiempo que permaneció en su casa, Liliana se comunicó telefónicamente con su obra social, Apross, para dar cuenta de sus síntomas, aunque –según ella misma relató en Twitter- como “no calificaba para COVID-19” sólo se le indicó medicación (paracetamol) para bajar la fiebre.

Su primer mensaje en la red social fue el 29 de marzo, en el que daba cuenta de su estado febril, y el último el 6 de abril al mediodía: “Después de 9 días de agonía por el sistema de salud, finalmente me llevan a internar. Besos a todos”, escribió.

En el medio había relatado su derrotero por el sistema médico: el 31 de marzo escribió que la noche anterior había llegado a 39,6 de temperatura pese al paracetamol: “Dice Apross que aumente la dosis, pero que NO VAYA a los centros de salud. No califico para COVID-19”, contó.

Cuatro días después escribió su anteúltimo tuit: “Ocho días de fiebre me llevó que un médico se acercara. Por tema de coronavirus si tenés fiebre, esperá por otros síntomas y estamos empezando”.

En diálogo con el medio La Estafeta Online, el subsecretario de Salud de Villa Giardino, Jorge Soria, explicó que él mismo fue a atender a Liliana a su domicilio el pasado viernes 3, y señaló: “Fue la primera vez que ella se comunicó al dispensario” y que la Municipalidad tuvo conocimiento de su caso.
“Fui a atenderla a su domicilio y le dije que se acercara al dispensario, pero me dijo que en ese momento no podía. Hablamos a dos metros de distancia y le dije que lo más común en esta época eran las amigdalitis o las bronquitis, pero le remarqué que era importante que consultara en el centro de salud. No fue un diagnóstico. Le pedí que se controlara la fiebre y que nos mantuviera al tanto de cómo evolucionaba”, señaló Soria.
El funcionario precisó a este medio que el lunes siguiente la mujer volvió a comunicarse con el dispensario, por lo que él le pidió que se acercara para someterse a algunos análisis.

La radiografía de tórax mostró una neumopatía, por lo que se aplicó el protocolo de COVID-19 y se la derivó de inmediato por su obra social a la Clínica La Falda. Allí se le realizó el hisopado y se la conectó a un respirador, aunque finalmente falleció algunas horas después.

Por su parte, su hermano, Hernán Giménez, señaló que el médico que fue a verla a su domicilio “la atendió de lejos, le dijo que tenía amigdalitis y le recetó penicilina” para que se la aplicaran al día siguiente vía intravenosa, pero que “cuando eso no surtió efecto, recién ahí fue al dispensario”.

“A todos esto habían pasado ya muchos días… Falleció por un paro respiratorio a causa de la falta de oxígeno… Sólo usaba un cuarto de un pulmón. Era una madre ejemplar, una esposa ejemplar… Daba clases en escuela rural de Oláen, también en Bouwer, hizo una revista para la gente de Bower. No fumaba no tomaba, era vegetariana… Es increíble esto”, lamentó Hernán y adelantó que la familia analiza por estas horas llevar el caso a la Justicia.

En tanto los voceros de Apross indicaron que se está estudiando el caso y que se informará sobre la actuación de la obra social.

Fuente: La estafeta online.