“Pensar que cuando comenzó la temporada, allá por diciembre y los primeros días de enero, la gente se bañaba y tomaba sol entre los puentes Central y Cassaffousth”, dijo una señora que se paró a mirar el nuevo panorama que mostró el lago San Roque en su desembocadura desde la última crecida que ingresó este martes.

El lago alcanzó este miércoles 36.39 metros cuando el nivel del vertedero es de 35,30 metros y si no fuera por el trabajo de las válvulas del dique, la ciudad habría sufrido una inundación similar a las de las más recordadas de su historia. Es que si bien las válvulas se pusieron a funcionar desde el lunes, previendo el temporal, hay sectores en que se hizo evidente el avance del lago sobre la Costanera y las zonas que hasta hace pocas horas eran verdes pastizales para matear.

El camarógrafo Federico Kripner captó con su dron imágenes impactantes que muestran la cantidad de agua que ingresó al embalse en las últimas horas.