Carlos Paz Vivo habló con Omar Robotti, médico veterinario que trabajó con la División Canes de la Policía de la Provincia durante 25 años.

Junto al equipo de trabajo iniciaron un proyecto de terapia asistida con animales en el año 2005 (Brigada de Explosivos Policía de Córdoba). En 2016, desde la División Canes generaron un área de perros de intervenciones asistidas y trabajaron con el centro educativo-terapéutico Fundación Senda Azul en el que incorporaron perros.

Robotti agregó al equipo a su perra Cleo, que en ese momento era una cachorrita y comenzó una historia llena de desafíos.

Omar deja en claro todo el tiempo que uno de los objetivos principales de su trabajo es resaltar el valor de los perros con un equipo multidisciplinario para trabajar con personas con discapacidad.

-¿Por qué se celebra el 26 de abril el Día del Perro Guía?

-Todos los 26 de abril se conmemora el aniversario del Día del Perro Guía. Esta reivindicación surge a raíz de una joven llamada Camila y su perra Lisboa que fue a adiestrada en la Escuela de Perros Guía de Argentina. Es un día para pensar y para reflexionar. También es importante destacar que es un día para reivindicar los derechos de los perros que sirven de guía, los de Terapia, como los que brindan soporte emocional y de las personas con discapacidad. Es importante hacer llegar el mensaje a la gente, que sepa que existen animales que contribuyen a mejorar el estándar de vida de una persona y ayudan a que algunas personas les sea más accesible incorporarse a la sociedad.

-¿Por qué es importante reivindicar los derechos de estos perros?

-Porque en realidad todavía nos falta mucho madurar como sociedad, nos falta mucho trabajo desde las autoridades. Desde hace muchísimos años se está trabajando en una ley de intervenciones asistidas con animales que nunca sale. Las leyes de protección animal tampoco se modifican. También creo que nos falta mucho para incorporar elementos de inclusión, elementos adaptados, estructuras adaptadas para que una persona con discapacidad se sienta contenida y se sienta bien. Estamos próximos a celebrar el Día del Animal, es importante que en estas fechas no solo se festeje, sino que se trabaje para reivindicar todos los derechos.

-¿Cuáles son las tareas en las que los perros ayudan a las personas con discapacidad?

-El perro guía sería un perro de asistencia. Es un perro que cubre o suple algunas de las necesidades de esa persona o alguna enfermedad. Por ejemplo, los perros guías que asisten y acompañan a las personas con una discapacidad visual. También están los perros de asistencia, de detección, por ejemplo; ayudan a personas que convulsionan o tienen discapacidad auditiva. Estos perros asisten avisando si han tocado el timbre o avisan que están llamando por teléfono o que le están hablando. En cambio, el perro de intervención asistida es un perro que está adiestrado, que está seleccionado también para una intervención. Se trabaja con ellos en una sesión terapéutica con una persona con discapacidad o personas que tienen algún tipo de enfermedad en particular, ya sea física o psicológica. Aquí la sesión es llevada a cabo por un equipo multidisciplinario, en donde se utiliza al perro como un medio, como un conector, como un estimulante, para que esa persona trabaje determinadas funciones a través del perro.

-¿Cómo se hace la integración en el trabajo entre el perro y las personas?

-Trabajamos en equipo. Hay dos psicólogas y una profesora de educación especial que es la directora de la fundación, yo como veterinario y el personal de la División Canes. Los martes va personal de la División Canes al que nosotros hemos capacitado para trabajar con perros de intervenciones asistidas. Y los jueves vamos con Cleo. Ahí lo que hacemos son sesiones individuales y grupales con los chicos de la fundación, hacemos diferentes actividades con los perros por ejemplo a la mañana les damos agua y comida. Tenemos sesiones de juego en donde ellos aprendan a tirar un objeto para que el perro lo busque.
Con los chicos que tienen algún tipo de parálisis y espasticidad, le ponemos algún tipo de galletita o de comida en su mano para que el perro la busque, se la saque y ayude a que el niño se relaje o que abra su mano y que lo acaricie. De esta forma el perro interactua con ellos en forma afectiva. Los ayudamos a que ellos puedan manipular un cepillo para cepillarlos o algún tipo de espuma especial para que ellos tengan también la sensación táctil de la espuma y ponérsela al perro. También hacemos sesiones de relajación en donde el perro se acuesta y ellos lo acarician o se acuestan al lado de ellos. Hay niños que a veces están muy exaltados, entonces usamos el perro como un conector de relajación. Hay actividades al aire libre, vamos todos a una plaza, salimos a caminar por el barrio o vamos a un negocio para comprar algo. En algunos negocios tenemos dificultades porque no nos dejan entrar por más que el perro tenga su credencial o tenga el chaleco identificatorio. Nos pasa que si vamos a un bar, no nos queda otra que estar afuera con la gente fumadora, o cuando hace frío debemos quedarnos porque no nos dejan entrar adentro de un salón. Y hay chicos que tienen una salud muy frágil. Además, hay dificultades de movilidad y desplazamiento en la ciudad por supuesto, las veredas rotas, la materia fecal de los perros en las veredas que la gente no la junta, las esquinas que no tienen las rampas necesarias en todas las esquinas, bueno un montón de cosas, pero bueno a pesar de todo le ponemos onda y buena vibra.

-¿Qué resaltas como importante de lo que se logra con esta actividad conjunta?

-Lo importante es trabajar con un equipo multidisciplinario. Necesitamos de manera urgente una ley ya que esta actividad no está regulada. En muchos lugares es un trabajo unilateral. Un psicólogo tiene su perro y hace una sesión en su consultorio o en sesiones de equinoterapia que tienen un caballo y entonces bueno ya que estamos lo subimos al chiquito arriba del caballo. El problema es no tener un equipo de gente que sea el soporte de estas terapias, en donde se tenga en cuenta el valor, la función y el entrenamiento del perro y por supuesto donde se asegure la salud del perro o del caballo. Allí es importante la voz y mirada de los veterinarios y los profesionales de la salud. Hay que tener en claro los objetivos y lineamientos para trabajar con una persona que tiene determinada discapacidad y su relación con el animal. La terapia asistida con animales es algo muy serio, yo lo tomo muy en serio. Es una terapia en donde se pueden lograr muchísimos cambios y mejoras en una persona con discapacidad, pero siempre que se haga de forma seria y profesional, no hacer una “perroterapia” o “caballoterapia”, como yo lo llamo, sino hacer una terapia asistida o una intervención asistida o una actividad asistida con un animal de forma correcta y profesional.