El ingreso a las aguas de la laguna Setúbal fue prohibido por la Municipalidad de Santa Fe debido a los ataques de palometas registrados en los últimos días, por lo que las playas de ese espejo de agua sólo pueden ser utilizados como solarium.

Voceros del municipio indicaron que entre el domingo y el martes hubo 15 personas heridas por el ataque de esos peces, en su mayoría niños y en ningún caso de gravedad, según publicó Cadena 3.

La prohibición de ingresar a las aguas de la Setúbal fue dada a conocer a través de una publicación en la cuenta oficial de Twitter del municipio.

Voceros comunales informaron que en la tarde del jueves hubo cinco personas que recibieron mordeduras de palometas pese a que los guardavidas colocaron una bandera roja que prohíbe el ingreso a las aguas.

Entre ellas, una niña de 12 años que sufrió una mordedura en un dedo del pie derecho que primero fue asistida en el lugar por los servicios de emergencia municipal y luego trasladada al hospital de Niños Orlando Alassia.

Los ataques son atribuidos a que esos peces se acercan a las orillas cuando las temperaturas son elevadas, en una situación que se ve favorecida además por la bajante del río.

Zonas habilitadas

Las autoridades sanitarias indicaron que los únicos lugares habilitados para disfrutar del agua son los piletones de los parques Del Sur y Garay.

Además recomendaron evitar zonas de aguas quietas y playas, que en días de calor levantan temperatura fácilmente, no bañarse cerca de donde los pescadores limpian sus presas o arrojan los restos de las carnadas utilizadas y evitar meterse al agua con lastimaduras.

Qué son las palometas

Las palometas son peces son similiares a las pirañas, teniendo en cuenta que se trasladan en cardúmenes y prefieren las zonas de aguas bajas para alimentarse.

Las palometas perciben la sangre y, cuando una de ellas muerde, es muy probable que las otras se acerquen para atacar.

Si bien normalmente son inofensivas, se vuelven agresoras por dos razones: para defenderse de especies corpulentas y porque los yacarés y nutrias gigantes, que las tenían como presas, están casi extintos, lo que alteró el equilibrio natural que controlaba a estos peces.

 

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