El funcionamiento del refugio nocturno Cura Brochero de nuestra ciudad está limitado para albergar gente. Igualmente a quienes quedaron en la calle, se les entrega una vianda. Están vigente distintas campañas de donación para colaborar.

Luego de un receso para reacondicionar el lugar, el refugio nocturno retomó su actividad el 6 de enero. Con la pandemia, debieron activarse ciertos protocolos que hicieron reducir la capacidad de alojar personas.

“Estamos trabajando de acuerdo a las directivas que nos dio el COE. Por lo tanto, el número de personas que debemos tener alojados es limitado”, indicó Alicia Barrigó, colaboradora del Refugio.

Por lo tanto, son varios los que no tienen un lugar para dormir por esta razón. Sin embargo, la mujer destacó que igualmente se les da una vianda. “Quedó un número importante de gente afuera, están viviendo detrás de la ‘chopera’ (frente a la costanera en pleno centro), en plazas y ocasionalmente en la Terminal de Ómnibus si los dejan”.

La colaboradora señaló que un problema que se está dando, es que varias de las personas que están alojadas, consiguieron trabajo, quieren mudarse y tener su lugar. Pero el punto es que no consiguen alquileres y los que hay, tienen precios muy elevados y no pueden enfrentar los costos.

Campañas solidarias

Para poder sostener la institución, que se mantiene por el trabajo de voluntarios y donaciones y algún que otro subsidio, se realizan campañas solidarias. Entre ellas, la recolección de papel y cartón que se hace de manera anual y el bono de “100 x 100”.

“Quedó poco el monto, pero suma y la gente siempre es muy generosa”, subrayó Alicia. Y especificó que el dinero de esta campaña se destina al mantenimiento y desinfección del edificio.

Además, están buscando voluntarios, porque los que había son personas de riesgo ante el Covid-19 y no están concurriendo a colaborar. “Necesitamos gente que pueda ir a realizar ciertas tareas como cocinar, organizar lo del papel y el cartón y demás cuestiones que se hacen allí”.

También se pueden donar alimentos no perecederos como aceite, puré de tomate, caldos, sal, entre otras otras y artículos de limpieza.