El municipio de San Antonio de Arredondo comenzó con la construcción de una ciclovía ecológica de más de mil metros por la costanera en la “Reserva Pasiflora”, cuyo trazado está planificado desde el puente de esta ciudad hasta el peatonal.

Lo particular de esta obra, es que está realizada con ecoladrillos que aporta la gente e instituciones de la ciudad.

El secretario de Gobierno, Roberto Griguioni, comentó que la intención es incentivar el reciclaje de las botellas PET para reducir volumen en el residuo con este tipo de características.

Las botellas las aportan los vecinos de la localidad, también de comunas cercanas, ya que “al igual que nosotros, ellos reducen residuos y nosotros lo optimizamos y las escuelas colaboran con grandes cantidades”, contó el funcionario.

Aclaró que la ciclovía “no está pegada al lado del río. Midiendo las ultimas cotas de las crecientes, hay que hacerla a 12 metros hacia afuera”, comentó Griogioni.

Ante la preocupación de vecinos preocupados por la situación de que se puede contaminar, señaló: “La descomposición del PET, tarda mil años, y no hay contaminación. Si llueve, tampoco se da, y no lo digo yo, sino los técnicos y especialistas a quien consultamos para hacer la obra”.

Hasta el momento se lograron construir “60 metros con aproximadamente 5 mil botellas”.

“Vamos colocándolas y rellenando como si fuera un contrapiso. Y así seguimos avanzando por etapas, y acumulando botellas”, especificó.

La oposición

La Asociación Amigos río San Antonio (ADARSA), indicó que este espacio verde donde se está construyendo la ciclovía, tiene una extensión “de 4 hectáreas y fue creado el 15 de diciembre de 2014 a través de la Ordenanza N° 0116/14, para sumarse a otros espacios protegidos en el Valle de Punilla con el objetivo de fortalecer la cuenca hídrica que abastece el Río San Antonio y el Lago San Roque”.

“Reciclar y reutilizar no son lo mismo”, dicen desde ADARSA, ante el avance de la ciclo vía construida con eco-botellas. Y justifican: “Más de 5000 botellas de PVC rellenas de residuos plásticos están siendo enterradas en esta reserva con la fallida intención de reutilizarlas sin afectar el medioambiente, a escasos metros del curso del río San Antonio”.

Explican que los “plásticos son elaborados con petroquímicos, estos químicos no encajan devuelta en la ecología que nos rodea. No es biodegradable, es fotodegradable, lo que significa que los plásticos dejados en la tierra se irán rompiendo lentamente en pedazos más pequeños”.

“Eventualmente estos trozos se vuelven tan minúsculos que son absorbidos por el suelo, por las plantas, por el agua, por los peces: por ende, en algún momento del ciclo volverán a nosotros si no se los reutiliza de la manera correcta”, sostienen desde la organización ambientalista.

Apuntaron a las políticas vinculadas al reciclaje y señalaron que “son buenas y necesarias. Es importante que los municipios tomen conciencia del problema de la generación de residuos sólidos urbanos y de la necesidad de reducirlos a través del reciclado y la reutilización”.

En este sentido, expresaron “que se podría celebrar que la Municipalidad de San Antonio haya tomado una medida al respecto, sin embargo, consideramos que en este caso están cometiendo un error grave, por desconocimiento o pereza. Celebramos que se interesen en el tema”.

Para ADARSA, los eco-ladrillos se podrían haber utilizado “con otra finalidad, evitando -entre otras cosas- el movimiento de suelo en la reserva. Este movimiento no hace otra cosa que aumentar el impacto ambiental, generando erosión; esto va a incrementar la degradación propia del área natural. Para un manejo correcto, debería haberse proyectado un sendero con otras características, siguiendo los criterios que establecen los organismos entendidos en el tema, como Parques Nacionales”.