Milo Marotti.

Con solo 11 años y un carisma inigualable, Milo Marotti conquistó con su música y presencia, los escenarios de Cosquín y Jesús María este 2023.

Su naturalidad y talento lo han llevado a cantar al lado de Abel Pintos y Los Carabajal. Llegó a audicionar para la película Coco y también participó de varios programas de talentos en la televisión argentina.

Uno de los aspectos de su vida que habla de su fortaleza y resiliencia es que gracias a la música, Milo pudo superar un diagnóstico de retraso madurativo, según publicó Cadena 3.

Según contó su mamá Lorena Bianchi al portal Bichos de campo, a los dos años recibieron el diagnóstico de que Milo tenía retraso madurativo del lenguaje y trastorno de atención conjunta.

Hasta los 4 años no sabía habla pero desde los 2 años tenía un pequeño ukelele con el que cantaba y tarareaba todas las canciones de Los Carabajal.

Sus primeras palabras fueron “mamá”, “colín” (por violón) y “papá”, definiendo así su pasión por la música.

Actualmente vive en Manzanares, en el departamento de Pilar, en la provincia de Buenos Aires.

Sus padres se percataron que el principal cable a tierra de Milo era la música y más precisamente la música en vivo. Aunque le costaba hablar, no tenía problemas en subirse a un escenario y hablar ante cientos de personas.

“Empezamos a ver que se desesperaba por subir a los escenarios en cualquier evento, ya fueran peñas, recitales o fiestas familiares. Y su apego o juguete de transición pasó a ser un ukelele, al que llevaba a su salita en el jardín y dormía con el mismo en sus brazos”, contó la mamá al mismo medio.

Luego de conocer el diagnóstico, Milo comenzó a tratarse en gabinetes de neurolingüística, fonoaudiología y musicoterapia.

Sus avances siempre se vincularon a la música por lo que sus papás lo enviaron a talleres de canto. El ambiente artístico y el escenario se convirtieron en sus aliados y en sus fortaleza.

Fuentes: Bichos de Campo/Cadena 3.