Un grupo de malabaristas reclamó ante el municipio para que los dejen trabajar en determinadas esquinas. La intención es avanzar en un proyecto para que no les prohíban hacerlo, ya que es su única fuente laboral.

Catalina Pianzola, es oriunda de Mar del Plata y se dedica al malabarismo desde hace mucho tiempo. Actualmente vive en nuestra ciudad y según contó a Carlos Paz Vivo! en representación de un grupo de artistas callejeros, el municipio no los deja trabajar en tres esquinas de semáforos de nuestra localidad.

“Me chocó la situación”, expresó la malabarista, quien destacó que en su ciudad natal “nunca jamás me dijeron nada, siempre nos dejaron hacerlo, y no sabemos cuál será el conflicto para que no podamos hacerlo”.

Este miércoles se presentaron en el municipio reclamando para poder desarrollar su arte callejero. La intención es “que nos atienda algún funcionario porque no podemos trabajar en el semáforo, no porque esté prohibido y por eso buscamos respuesta”.

La joven indicó que en Carlos Paz existe “una ordenanza que no está mal, pero no se cumple. Supuestamente debería haber una comisión evaluadora, un registro de artistas, convocatoria abierta tanto para locales como para gente de afuera, espacios rotativos en plazas, esquinas, horarios estipulados. Supuestamente se saca el permiso en noviembre, un amigo lo hizo, sin embargo llega el municipio y nos sacan”.

Señaló que hace unos días, le secuestraron las herramientas a un malabarista que estaba en una esquina. “Nos prometieron que si íbamos con el documento, se las iban a devolver, pero se olvidaron mencionar que hay que poner 3500 pesos a modo de multa”.

Por ese motivo, están solicitando que los atiendan desde el Ejecutivo, “para tratar de parte de ellos y nosotros que podemos aflojar para que funcione y nos dejen trabajar”.

La joven mencionó el reconocimiento que tienen los vecinos hacia ellos y dijo que siempre los apoyan. ”La gente nos conoce, incluso cuando a mi compañero les retiraron sus herramientas, fuimos a trabajar al semáforo, pero a modo de protesta, armamos carteles contando a la gente lo que nos pasa, y pidiendo ayuda para poder recuperar todo y la gente nos apoyo y nos dio fuerza”.

La actitud de las personas “nos sorprendió y sabemos que les gusta lo que hacemos, entonces no vemos cual es el conflicto con nuestro trabajo”, terminó diciendo.

La ordenanza 3.832 prohíbe el trabajo de malabaristas en la vía pública al igual que los limpiavidrios y la entrega de volantes en los semáforos. Este grupo que se presentó en el municipio, está trabajando en un proyecto para que puedan ejercer su actividad con tranquilidad.