La primer vacuna contra el COVID-19 aprobada en Argentina y otras partes del mundo, Sputnik V, se encuentra con más problemas para obtener la aprobación final por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El organismo sanitario mundial, durante una visita a una fábrica en Ufa, Rusia, detectó fallas vinculadas a la “implementación de medidas adecuadas para mitigar los riesgos de contaminación cruzada”, lo que generó la suspensión del avance de la aprobación a la espera de una nueva inspección.

Tras la publicación de los hallazgos de la OMS, la planta dijo que ya había abordado sus cuestionamientos y que los inspectores no habían impugnado la seguridad o eficacia de la vacuna. Pero científicos independientes y figuras de la industria farmacéutica señalaron que las fallas en la fabricación podrían comprometer la calidad de la vacuna.

El proceso de fabricación no se verá afectado pero seguirá sin estar aprobado por la OMS hasta que se adecue a las normas de seguridad necesarias.