Una Au Pair es una persona que convive por un tiempo limitado en un hogar familiar y desempeña algunas tareas a cambio de una remuneración económica.

Esta metodología no es nueva, pero se ha visto incrementada en los últimos años por adolescentes y jóvenes que, además de generar ingresos, buscan aprender el idioma, tener experiencias culturales fuera del país, o simplemente viajar y conocer el mundo.

Carlos Paz Vivo dialogó con una joven de nuestra ciudad que se encuentra actualmente viviendo esta experiencia en California, Estados Unidos.

Ella es Clara Torossi, de 20 años,y contó su experiencia como “Au Pair” en ese país.

-¿Cuál es el trabajo que realizás actualmente como Au pair?

-El trabajo consiste en encargarse de los chicos, y por lo general, se trata de trabajos que giran en torno a las actividades que hacen. Yo cuido a un nene de 4 años y otro de 2. Al de 4 años lo tengo que llevar al colegio y prepararle su almuerzo, también me encargo de lavar la ropa de los chicos y doblarla. Las tareas de los demás integrantes de la casa no me corresponden a mí. Básicamente, me ocupo de los ellos y ya hace un año que estoy acá. El contrato dura un año, podés extenderlo y en mi caso, lo extendí por 6 meses más con la misma familia.

-¿Cuál es el horario de trabajo?

-De 9.30 a 16, de lunes a viernes. Tengo libres los fines de semana. El arreglo de los horarios es algo que uno establece antes de venir a vivir con la familia.

-¿Cómo accediste a una familia para trabajar?

-Por medio de una agencia de Au Pair. Con la familia haces macht y tenés que pasar por todo un proceso de selección. No es que la familia elige a cualquiera, sino que la selección tiene que ser mutua, de ambas partes. Hay entrevistas previas en las que ponés en claro todos los temas, para evitar problemas a futuro. Todo el tema de cómo son los horarios se habla antes y tiene que quedar claro porque cada familia varía en sus requerimientos.

-¿Por qué elegiste vivir esta experiencia?

-Yo me enteré del programa por medio de una amiga de mi hermana y hacía bastante que yo me quería ir del país y visitar otros lugares y esta forma es una de las más fáciles por así decirlo. Además, la agencia te ayuda mucho para tramitar la visa y te asegurás tener trabajo y casa durante el tiempo que dure el contrato. Aunque el tema de la visa la tenés que tramitar y pagarla vos.

-¿Cuál es el balance que haces hasta ahora de la experiencia?

-Totalmente positivo. Emigrar es una situación tan extrema que no te queda otra que abrir la cabeza y abrirte de lleno a la experiencia. Mi trabajo es muy lindo, yo por suerte estoy con una familia con la que nos llevamos bien desde el principio, nos entendimos muy bien, la comunicación siempre fue buena. Para mí esto es hermoso, porque tengo, literalmente, una segunda familia, que es de otro país, con otro idioma y con otras costumbres. Para mí es fantástico. Lo difícil es que son mi familia, los amo, pero también son mis jefes, esto es lo extraño y no es fácil de sobrellevar.

El lado B

-Hay chicas que denuncian que su agencia no cumplió con el contrato y hay también reclamos de jóvenes, sobre todo que se hacen virales en las redes sociales, que se arrepientes de haber viajado por que las hacían limpiar o cocinar para todos cuando no era lo estipulado en el contrato, ¿escuchaste algo de esto?

-Ese el lado B del programa y es un lado bastante feo. Yo obviamente hablo de mi agencia porque es la experiencia que tengo. El problema puede llegar a surgir por que cuando estas en Argentina la agencia está super presente, te hablan, te mandan mails, te preguntan como vas, que lo que necesiten, ellos están. Medio que cuando llegas acá, no te digo que te dejan a la deriva por que no es así, pero por ejemplo en mi caso, si yo llegaba a Estados Unidos y tenía algún problema, había una persona con quien contactarme. Yo no podría señalar con el dedo y decir si es culpa de la familia o de las agencias. Para mí, tiene que ver con que somos personas inmigrantes y somos muy vulnerables y medio como que uno acepta las reglas de contrato que te dan. Pero, obviamente, no es que te están obligando a nada. Sí tengo amigas que están con familias que cumplen a rajatabla las 45 horas semanales. Con mi familia ni estoy cerca de las 45 horas. El trabajo es pesado porque trabajar con chicos no es fácil.

-¿Sentiste algún tipo de discriminación estando fuera de tu país?

-Yo jamás sentí discriminación ni por ser Argentina, ni por ser latina. Yo estoy segura que se debe al lugar en el que yo estoy, California y toda el área de San Francisco porque tienen muchísimos inmigrantes de todos lados y es como que no hay lugar para la discriminación acá. Sí, por ejemplo, hay otros lugares de Estados Unidos que son súper conservadores y yo me sentí incomoda. Me pasó de ir con mis amigas al Gran Cañón, paramos en una estación de servicio y yo no quería hablar en español por que te das cuenta cómo son y cuando lo sabes no querés que se dé una situación rara.

-¿Cuánto es el sueldo?

-A todas se les paga USD 195,75 a la semana. Algunas familias redondean a 200 dólares. Uno estando en Argentina piensa, “uh sí… me van a pagar 200 dólares a la semana y se les vuela la cabeza”. Eso a mí me sucedió. Pero en Estados Unidos eso no es mucha plata y California es uno de los estados mas caros para vivir. Tenés que saber hablar inglés y es excluyente, aunque exigen un nivel de inglés bastante bajo, conversación lo llaman.