Juan Pablo Estela es uno de los vecinos más conocidos de Tanti. Sus décadas detrás de las noticias deportivas y como comentarista de fútbol de los equipos más grandes de Córdoba y Argentina le han permitido recorrer las rutas del país y el mundo. Pero él está bien arraigado a su terruño, su Tanti de siempre,el de sus padres y su familia.

Lorena Cervellini es la jefa de la familia y de la empresa que abrieron en plena pandemia, casi jugando, en la fabricación de las medialunas más ricas de la región.

Todo comenzó “sin querer queriendo” en 2020 cuando la cuarentena no nos permitía salir de casa a comprar alguna cosa rica en el momento en que se nos ocurría. Así fue que el mayor de los hijos del matrimonio le pidió a la madre que hornee unas medialunas en la casa.

Lorena se animó y le salieron increíbles. Pero como era una de las primeras veces que lo hacía, no calculó la cantidad y el horno familiar sacó varias docenas. Juan Pablo le sugirió que les ofreciera a los vecinos cercanos y así pasó. Lorena regaló un par de docenas ese fin de semana y a los pocos días tenía pedidos: los vecinos querían más. Y así fue que se originó Lalito, el emprendimiento que hoy tiene su puesto en un vistoso carrito ubicado a un costado del Anfiteatro de Tanti.

Allí, por las mañanas, es muy normal que el vendedor oficial sea Juan Pablo que no duda en tirar algún comentario deportivo a los turistas o vecinos que pasan a comprar enfundados en alguna camiseta de cualquier club del país.

A un costado del Anfiteatro, el LalitoMóvil, un atractivo más para el turismo.

Una historia de desafíos

Cuando tenía 27 años, el corazón de Lorena dejó de latir y literalmente, la mujer estuvo muerta hasta que lograron reanimarla. Quedaron secuelas y desde aquellos años, Lorena esperó un transplante de corazón que finalmente recibió en 2019.
Y en medio de la recuperación, en su casa de Tanti, la mamá luchona de la familia se puso a hornear y no paró más.

Pero toda la familia está involucrada en la empresa que lleva su nombre a partir de las ocurrencias de Guillermo Hemmerling y Juan Pablo en los estudios de Cadena 3.

En el puesto, Juan Pablo no te comenta un gol pero te da las medialunas más ricas de la comarca.

“Empezamos diciéndole La Lore, Lalo y terminamos con Lalito”, cuenta el periodista a Carlos Paz Vivo.

Cómo arrancó todo

“Hacía seis meses que había recibido el transplante y estábamos en casa, en medio de la pandemia. Y él me pedía, me pedía. Hasta que un día empecé a probar y con el paso de los meses empecé a hacer las medialunas de Lalito”, contó Lorena y agregó: “Se empezó a hacer el boca a boca hasta que un día empezamos a preguntar si podíamos poner un puesto. Y el año pasado pudimos comprar este Lalo Móvil que le lamamos”, remarcó.

“A los 27 años tuve una muerte súbita de la que me pudieron salvar. Ahí comenzó un largo camino pero hoy recuperé la salud plena. Estoy eternamente agradecida a ese ángel donante”, relató.

El Día D: El transplante de corazón le permitió empezar de nuevo a Lorena y su familia.

Tomás, el hijo menor, trabaja junto a Lorena en la elaboración de los productos que son, además de las medialunas, los panes caseros, los criollitos, los pastelitos.

Además, Juan Pablo y Nico, el hijo mayor, son los que se encargan de las ventas y de ir y venir con los productos.

“Uno de mis grandes deseos eran poder trabajar y ser útil. Tantas cosas que nos pasaron y sólo Juan Pablo podía trabajar. Y hoy estamos metidos en esto”, expresó.

-Juan, ¿Es un gol de media cancha?

-Éste es de arco a arco porque ella recuperó la salud. Fueron 19 años. El Tomi tenía 2 años y tenía 22 y el Nico tenía 6. Es un gol de arco a arco, descomunal.

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