PhoTortul 2196
“Jorgito Britos, con estampa de buen mozo”
Costanera – Villa Carlos Paz
Invierno de 2021

Con 36 años en la profesión y un récord de 11 platos en ‘braceo’… acá lo tenemos al querido Jorge Britos, a punto de hacer felices a un par de turistas que, en la mesa 8, encargaron una parrilladita especial.

Estampa de mozo… pero también de crack de potrero. #Hiperchequeado en ambos rubros.

Pero dejemos la pelota rodar por un rato y vamos a la vajilla.
¿11 platos a la vez?

Britos es apellido con tradición en el rubro gastronómico. Don Valentín, el papá de Jorgito, laburó en el Gran Hotel Castell de Don Dino Castelleti, a la entrada de la Villa. Fue Secretario General de UTHGRA VCP durante 3 períodos. Siempre juntos, a la par, con Doña Lila.

Ambos papis ya se fueron de gira, hace 5 y 3 años respectivamente… y se los extraña, en hermandad con Graciela (la mayor, apenas) y el benjamín Andrés.

Jorgito llegó al mundo, dice la leyenda, con una bandeja bajo un brazo y una pelota atada al pié, en la tradicional Clínica San Roque, de la mano del legendario Negro Ratti.

Peronista de Peron y de ‘La Eva’… ¡hasta la muerte!!! Es menester decirlo.

Laburó en mil polos gastronómicos. En la Colonia de OSN, en el Casino, también en La Tranquera que recientemente fue demolida, en La Cantina, en La Parrilla del Lago

También en innumerables eventos en el Portal del Lago, en el Mónaco… y allá donde una fiesta miltitudinaria convocara a ‘buenos mozos’ extras.

Durante 15 años, en la UTHGRA, fue Secretario de Acción Social y Congresal del Sindicato.

Pero sus mejores realizaciones son… sus hijos: Carla, Germán, Laura, Julián y Damián.
Uno por cada dedo de la mano, pero en dos ‘administraciones’.
Ellos lo llenan de orgullo.

Acusa Alicia, su segunda pareja (administradora sería)… que llevan 9 años juntos y:
“Me gusta porque es buen mozo… pero jamás me hizo un asado”.
Tras semejante acusación, rápidamente acomoda los platos y sentencia:
“… pero en casa lo atiendo Yo a El”.

Dije que ‘El Negro Britos‘ vino con una número 5 atada al pié.
No exagero.
Hincha rabioso de San Lorenzo allá donde atiende Dios, del Pirata Cordoobé en La Docta y del Atlético de Barrio La Cuesta en Carlos Paz, donde jugó en primera división con una casaca bien azul.

Lo recuerdo como un crack, parado en el medio de la canchita de La Veloz, del Peti Bordolini, distribuyendo juego y robando pelotas… como el Tolo Gallego de esos años, en que la primaria del IES nos encontraba en equipos diferentes.

Jorgito Britos jugó en las inferiores de Taiere (mirá Vos) y en las de Belgrano.
Podría haber sido profesional en esa época que, desde acá, se proyectó el (también crack) Juan Mario Obulgen, tranquilamente.

Pero los 11 platos en ‘braceo’ lo dicen todo.  Había que laburar en lo seguro… y siguiendo los pasos firmes del viejo.

Como trabajador y como gremialista, lo empujo, desde mi rústico carril del 8, contra la línea de cal… y lo obligo a pensar a ‘La Patronal’. Jorge evoca sin dudar a Delcio Viola de Babieka, al Gringo de La Casona de Fabra, al Negro José de la Parada 5 (que aun nos duele), y a  Don Contreras del Hotel Enri-Mar… en la Yrigoyen.

Se sabe que ‘el que toca nunca baila’… pero de tanto servir exquisiteces, durante tantos años, a semejante cantidad de comensales, tiene paladar muy sencillo a la hora de sentarse ‘a morfar’.
Le gusta El Asado Criollo, la Ensalada de Rúcula con Parmesano…  paga feliz por un buen ‘Chori Cordoobé’ y a la hora de los postres, muere por el Lemmon Pie de su hermana Graciela (que deberé probar para entenderlo).

Es un buen tipo el Negro Britos… por sobre todas las cosas.

Por eso esta foto, en mi álbum personal, catártico, visceral, de rescate de gente linda de mi Pueblo-Villa-Ciudad.

“Hey… psst… chsssst… mozoooo… ¿me trae la cuenta?”

“Cerrame la ocho… y que salga con un café para El Gringo… que yo lo pago”.

#Mozo
#JorgeBritos
#Gatronómico