Tras los incendios producidos estos últimos cuatro días en Villa Carlos Paz, se afectaron 154 km 2 aproximadamente de bosque serrano. Se trata de una zona de vital importancia para la ciudad, el Área protegida AP1 o Camiare.
Ignacio Ibarra, ingeniero forestal, miembro de la Red de restauración ecológica de Argentina y del CERNAR (Centro de ecología de la UNC) y asesor de la Municipalidad de Carlos Paz, explicó a Carlos Paz Vivo!: “Los incendios locales afectaron el área municipal protegida, contigua a la ciudad. Esta es fundamental, debido a las funciones que cumple el monte: retiene el agua, conserva el suelo, flora y fauna autóctonas, pero además, mucha gente realiza en ella actividades recreativas y educativas”.
En el día de ayer, las llamas avanzaron sobre una parte de esa área protegida, motivo por el cual muchos vecinos se acercaron hasta el lugar, para intentar ayudar.
Respecto a la intervención de los pobladores en la zona y el combate de las llamas, el especialista señaló: “En una primera instancia le advertimos a los vecinos que era un riesgo estar ahí, y que era necesario organizarse y seguir las indicaciones de los bomberos. Lo importante es que se logró detener el fuego a lo largo de un trabajo que ocupó casi todo el día, gracias a los bomberos y los aviones hidrantes”.
Y continuó: “Comenzó alrededor de las 8 de la mañana y se logró contener a las 17 hs. Hoy se reactivaron algunos focos pero también fueron controlados y se está haciendo seguimiento de esa y otras zonas. Esperamos que vengan las lluvias”.
Preservar el área incendiada
Cuando un área de bosque serrano protegido, de vital valor para el ecosistema del lugar sufre un incendio forestal, bajo ningún punto de vista debe pensarse en que se trata de un área perdida, dado que ésta tiene capacidad de recuperación. Son muchas las acciones que pueden realizarse para remediar la situación, de acuerdo al diagnóstico que se haga de la superficie afectada.
En relación al tema, y debido a la preocupación de muchas personas que se manifestaron en redes sociales, -quienes apuntaron que a que a raíz de los incendios se iban a comenzar a usar las tierras quemadas para proyectos desarrollistas-, Fernando Barri, biólogo y vecino de Cuesta Blanca, aclaró: “No cambia el uso el suelo en las áreas que se han incendiado y están protegidas por la Ley de Ordenamiento territorial de Bosques Nativos”.
Luego detalló: “Los artículos de la ley nacional y provincial, establecen claramente que un incendio no cambia la categoría de los suelos. Es decir, sigue siendo un bosque que conservar para la ley, sea área roja (muy alto valor de conservación) o amarilla (de alto o medio valor de conservación). Y no importa si se sigue incendiando año a año, sigue siendo área protegida”.
Asimismo, indicó que lo que sí deben hacer los ciudadanos, “es hacer que se cumpla esta ley, más que exigir nuevas leyes. No solo a nivel de la provincia, sino a nivel de los municipios y comunas, para que estos definan bien las zonas rojas y amarillas de la Ley de Bosques y que generen normas particulares dentro de sus concejos deliberantes; y para prohibir cualquier tipo de actividad que pueda alterar ese bosque y sus jurisdicciones”.
Por otro lado, hizo hincapié en la necesidad de recuperar esos bosques de forma pasiva con una asociación ecológica, o eventualmente con una restauración activa, pero con conocimiento de causa, con ONGs que conozcan del tema.
Proyecto de trabajo en Área protegida de Carlos Paz
Según contó Ignacio Ibarra, en la zona recientemente incendiada (ex cantera al lado del Cementario municipal), ya había un proyecto de tecnología y transferencia para los municipios, donde participan INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y múltiples instituciones de investigación, que tiene el objetivo de conservar todo el material genético.
“En ese lugar, el año pasado hicimos muchas colectas de semillas, y la idea es hacer un proyecto de restauración de la cuenca. Ahora con más razón se hace más importante el proyecto que vamos a ejecutar”, concluyó el ingeniero.
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