Ya van dos meses de extrema sequía en la cuenca del río Iguazú y, a la falta de turistas, el parque nacional suma la desolada imagen de la falta de agua.

Las impactantes postales con la falta de agua contrastan con la imagen que todos los visitantes tienen guardadas de los famosos saltos.

La falta de lluvia en la cuenca del río Iguazú, afecta a la zona centro y Este de Brasil, y esto genera que ese curso fluvial tenga un caudal de agua 6 veces menor al habitual.

Hoy, pasan por las cataratas apenas 289 metros cúbicos por segundo, cuando lo normal es entre 1200 y 1500 metros.

Solo la célebre Garganta del Diablo y el San Martín, los dos saltos más conocidos del parque, tienen un hilo de agua. Las otras 273 cascadas, entre las que se encuentra el salto Dos Hermanas o el Bosetti, se secaron.

Para las Cataratas, esta es la peor sequía desde el año 2006. “Son ciclos que se dan cada 10 o 15 años”, explicó Sergio Acosta, intendente del Parque Nacional Iguazú.

Algunas versiones también atribuyeron la falta de agua del río Iguazú a las seis represas brasileñas que funcionan aguas arriba de las Cataratas: Foz de Areia, Salto Segredo, Salto Santiago, Salto Osorio y Salto Caxias y Baixo Iguazú. Esta última se inauguró hace apenas un año.

Sin embargo, los expertos relativizan esta teoría. “No podemos decir que el río está bajo por las represas brasileñas”, señaló Acosta, el intendente del Parque.