Magdalena Nieto y Santiago Gutierrez se animaron una vez más a desafiar al Lago San Roque y, como en cada vez que lo hicieron, cumplieron el objetivo planteado. “Estipulamos alrededor de cuatro horas de nado y eso fue lo que registramos”, manifestaron. Llamativa ausencia de algún responsable del área de deportes municipal.
Fueron cerca de catorce kilómetros los que nadaron los carlospacenses desde el puente de Bialet Massé hasta el playón municipal de nuestra ciudad. Para seguridad de ambos, un grupo de kayaks y una lancha del CEP, acompañaron a los atletas en todo el recorrido.
“Desde el Puente Negro en adelante, los brazos se empezaron a endurecer y me costó seguirle el ritmo a Magui. Tiene una capacidad pulmonar impresionante”, relató Gutierrez entre risas, sabiendo que Nieto venía de competir el pasado domingo, y remarcó su agradecimiento a las personas que acompañaron en kayak y la lancha. Magui, por su parte, destacó que “el agua estaba hermosa para nadar, salvo en los últimos 500 metros en donde se puso bastante turbia y pesada”.
“Este desafío lo propusimos con la finalidad de que sea un llamado de atención ‘de buen modo’ a todos. El cuidado del lago, en este caso, no es sólo tarea de los gobiernos. También tenemos que aportar nuestro granito de arena para recuperar nuestro lago ‘contaminado’, antes que se deban prohibir los deportes náuticos y sea tarde para actuar”, reflexionó Nieto luego de su llegada.
Respecto a las cuatro horas de recorrido, la multi atleta manifestó que “fue un momento de meditación, de introspección. Durante ese tiempo sólo escuchás tu respiración y te conectas con el medio”.
“Acabás de cruzar tu ‘primer cruce'”, contó Nieto que fueron las palabras de su papá, el profe Carlos, en el momento que pasaron por delante del Puente Negro, haciendo alusión al primer cruce del lago que realizó Magdalena a sus cinco años. “En ese momento el lago era transparente, no lo olvido más. Hago esto también porque se que estamos a tiempo de cambiar nuestra forma de dañar nuestro lugar antes que, por ejemplo, deba prohibirse la actividad deportivo náutica por la contaminación”, subrayó la atleta y dejó en manifiesto su deseo que, algún día, sus hijos puedan tener la misma experiencia que ella de pequeña.
“Nadé en otros lugares en que el agua está peor que la del San Roque y ahí reaccionás sobre la importancia de nuestro espejo de agua, porque nadie lo tiene en el país, sólo nosotros, y parece que no queremos aprender a cuidarlo. Espero que éste desafío sirva para la ciudad”, cerró Santiago Gutierrez.
Sólo familia y amigos
Al momento de la llegada, las únicas personas que acompañaron a los atletas fueron familiares y amigos de ambos, a la vez que varios alumnos del Cross Run Carlos Paz también se acercaron a darle su apoyo a los nadadores.
Sin embargo, entre esos mismos asistentes, varios manifestaron su descontento al no advertir la presencia de algún representante del Área de Deportes del municipio, por lo que las especulaciones rondaron en cada conversación.
¿Será que este desafío de nado fue ‘políticamente incorrecto? Es sólo un interrogante que surge al finalizar la nota. Sólo el trabajo -o el no trabajo- en verdaderas y constantes políticas públicas en lo ambiental y la adecuación social a ellas, podrán responderla. El resto depende de nosotros.
