Sobrevivir al fallecimiento de un hijo es de los peores dolores por los que puede atravesar cualquier ser humano. Sin embargo, a veces el legado, los valores y las acciones que dejaron en su paso por la vida es lo que, más allá del sufrimiento, permiten juntar voluntad y fuerza para convivir día a día con la irreparable pérdida.

Y doña “Coca” Rosales es el fiel ejemplo de eso. Su hijo Hernán, falleció el pasado 16 de diciembre y para este Día del Niño lo homenajeó replicando una de las actividades que lo hacían más feliz: celebrarle el día a los más pequeños de su barrio.

Por eso, el pasado fin de semana, Coca junto a su nieta, sobrina y otros familiares; pusieron manos a la obra y, con mucho sacrificio, llevaron a cabo el agasajo que año a año esperan tanto los niños del sector de barrio La Quinta Primera Sección, popularmente conocido como El Zanjón.

El tradicional chocolate caliente, algo para comer, golosinas y hasta pelotero y juegos, fue apenas algo de lo que prepararon para que los niños se entretengan.

Coca Rosales.

“A esto lo hicimos en honor a lo que hacía mi hijo; por eso, mientras yo pueda voy a continuar. Aunque sea con una tasa de mate cocido, pero le voy a seguir dando este festejo a los chicos. Él, desde hace más de 15 años, para cada Día del Niño estaba; ayudarlos y sacarles una alegría era su felicidad también; y es lo que voy a seguir haciendo yo”, comentó Coca.

Hernán Rosales

Cabe recordar que Hernán Rosales fue un vecino muy querido en este sector de la ciudad; pero no sólo por sus agasajos para los niños, sino también por su lucha para generar el crecimiento del barrio y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de los vecinos.

Además, era muy reconocido en el ámbito del municipio y fundamentalmente en el Hospital Municipal Gumersindo Sayago, lugar en el que trabajaba.