El nuevo ajuste tarifario en los combustibles que se aplicó la semana pasada, volvió a evidenciar una realidad que rige desde siempre en el país: la diferencia de precios entre Capital Federal y el interior.

Los nuevos valores señalan que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la nafta súper de YPF es 9,77% más barata que en la ciudad de Córdoba, o sea que se paga $38,67 por litro contra $42,86 se cuesta en la capital provincial. La diferencia es de $4,19.

En la misma comparación, pero del combustible Infinia, la diferencia es $3,67. En CABA cuesta $44,17 y en Córdoba $47,84.

En tanto, en el diésel la diferencia es menor: el Diesel 500 se paga $36,17 en Capital Federal y $37,62 en la “Docta”. El combustible Infinia diésel o Euro, respectivamente es $42,44 contra $43,38.

¿Por qué esta diferencia?

Fuentes de la industria aseguran que esta diferencia de las pizarras se debe en parte al costo del flete de zonas alejadas, pero reconocen que no es el factor determinante: “en Capital Federal hay mucha competencia”. Es aquí donde las marcas dan la principal batalla por conseguir mayor participación de mercado, según publica Surtidores.com.ar

Por su parte, YPF cuenta con tres complejos industriales: La Plata, Buenos Aires; Luján de Cuyo, en Mendoza y Plaza Huincul, Neuquén. También participa del 50 por ciento de la planta industrial de Refinor, en Salta. Pero en las cercanías de estas destilerías, los valores se mantienen por encima de Capital Federal.

La logística de productos de YPF se realiza a través de dos poliductos que en Luján de Cuyo, Mendoza; San Lorenzo, Santa Fe; La Matanza y La Plata, Provincia de Buenos Aires. Y también a través de tres puertos de carga y 16 terminales de las cuales 10 disponen de puerto. En total, utiliza 1.500 camiones para distribuir a su red de 1524 bocas de expendio, según el mismo medio.

El secretario de la Cámara de Empresarios de Combustible, Raúl Castellanos sostuvo que la diferencia de precios que existe entre la Capital Federal y el interior del país no tiene justificaciones económicas, porque no tiene que ver con el flete ni con la carga impositiva y se trata solo de “políticas comerciales de las compañías petroleras”.

“Nosotros los estacioneros no entendemos esa política comercial, porque no existe justificación para que haya una diferencia de precios del 12% entre la Ciudad de Buenos Aires y el resto del país”, expresó a TN.